Volvió a la cima, pero debe resolver unas cuentas pendientes si pretende mantenerse en lo más alto durante mucho tiempo. En Mendoza, San Martín mostró su mejor versión gracias a un primer tiempo prácticamente brillante, en donde dominó con intensidad, precisión y una presión asfixiante. Sin embargo, la historia volvió a repetirse: en la segunda mitad el equipo que dirige Ariel Martos cedió el terreno, sufrió más de la cuenta y tuvo que aferrar su ilusión a las manos salvadoras de Darío Sand, que otra vez fueron determinantes para que el equipo pudiera sostener el resultado.
“Fue un muy buen primer tiempo. El partido anterior también lo habíamos hecho”, destacó Martos. A pesar del bajón en el complemento, el entrenador valoró el esfuerzo de su equipo y dejó en claro que todavía tiene trabajo por hacer. “Estoy contento, pero esto es largo. No hay que confundirse, hay que seguir trabajando de la misma forma, tratando de encontrar el funcionamiento que queremos de acuerdo a la idea de juego”, agregó.
Uno de los aspectos más positivos que dejó el triunfo en el Omar Higinio Sperdutti es que el esquema 4-3-3 empieza a dar los frutos esperados. Los jugadores se sienten cómodos y el equipo se apoya en la velocidad por las bandas, la solidez del mediocampo y la presión alta. “Nosotros nos adaptamos al esquema que nos toque, pero la verdad es que con este sistema nos sentimos bien”, afirmó Franco García, autor del gol que significó el triunfo en Mendoza.
“Siempre pregonamos tener un equipo corto, que achique líneas y no permita que el rival filtre pases”, explicó Matías García, uno de los pilares en el doble “5” junto a Gustavo Abregú. Este último, además de ser fundamental en la recuperación, sorprendió con su presencia en ataque.
En distintos tramos del partido ocupó la posición de delantero, y en una de esas intervenciones generó la jugada del gol: tras un remate suyo, el arquero Ignacio Pietrobono dejó un rebote que Franco García aprovechó para marcar el 1-0. “El rival también juega y por eso fue un partido en donde no me sentí cómodo con la pelota, no me llegó mucho. Mi enfoque estuvo en otro lado, en lo físico. Me tocó correr mucho”, agregó Matías García.
Sin embargo, en el segundo tiempo, San Martín cedió protagonismo y apostó al contragolpe, lo que permitió que Maipú creciera en el partido.
En un momento de apremio, Mauro Osores cometió un penal sobre Diego Ramírez, pero Sand volvió a ser el salvador del equipo. “Es un arquero hecho a la medida de un equipo grande. Cada vez que es requerido dice presente”, elogió Martos al correntino, quien ya suma cuatro penales atajados con la camiseta del “Santo”.
Sand, por su parte, explicó su método para haberle tapado el remate a Marcelo Eggel. “Trabajamos mucho en la previa, vemos videos de los posibles pateadores. Por suerte, salió bien”, explicó.
Este repliegue en la segunda mitad no es algo nuevo. Ya le había sucedido contra Los Andes, cuando le empataron sobre el final. Ahora Martos tiene el desafío de sostener el volumen de juego durante los 90 minutos. “Todos los partidos vamos a competir con entrega absoluta. Cuando las cosas no salen con la pelota, tenemos que suplirlo con sacrificio y esfuerzo”, aseguró.
San Martín festejó en Mendoza, pero sabe que debe seguir ajustando detalles para consolidarse como protagonista del torneo.







