Llegó al hospital por un intenso ardor de pies y descubrieron que tenía gusanos en el cerebro

Luego de una semana de ningún tipo de molestia, los parásitos generaron una respuesta inmune exagerada.

l parásito A. cantonensis. (Punlop Anusonpornperm/Wikimedia Commons/Live Science) l parásito A. cantonensis. (Punlop Anusonpornperm/Wikimedia Commons/Live Science)
03 Marzo 2025

Una mujer se llevó un desafortunado recuerdo luego de su viaje a distintas regiones del Pacífico. Un inesperado ardor de pies la llevó a visitar los distintos hospitales de Estados Unidos a su regreso, para descubrir que sus dolencias eran causadas por gusanos que se movían libremente por su cerebro. El insólito hecho ya fue publicado en la revista científica New England Journal of Medicine.

La mujer había asistido al hospital por una extraña sensación de ardor en los pies, unos 12 días después de su viaje a Tailandia, Japón y Hawaii. Por ese extenso período de tiempo, los invasores "no hicieron un ruido" y la mujer permaneció en su casa si mayores sobresaltos. Pero pasado ese tiempo su sistema inmune respondió bruscamente a los extraños e inesperados visitantes. 

Los síntomas de alerta

Durante varios días, un dolor intenso en los pies de la mujer se extendió por sus piernas, tronco y brazos, antes de estallar en un terrible dolor de cabeza que ni siquiera dosis frecuentes de analgésicos pudieron aliviar, describieron el caso desde Live Science. 

En una primera visita al servicio de urgencias de su hospital, el equipo médico solo detectó un leve aumento de los glóbulos blancos, lo que indicaba que luchaban contra una enfermedad. Ante la ausencia de respuestas y la aparición de fiebre, esta mujer acudió a otro hospital donde se le prescribió un tratamiento con antiinflamatorios intravenosos y lorazepam, destacaron desde Infobae.

El ansiolítico logró que el dolor de cabeza remitiese, pero reapareció acompañado de una sensación de confusión. De hecho, esta paciente se despertó una mañana y comenzó a preparar el equipaje para unas vacaciones que en ningún momento había planeado. Este acontecimiento preocupó especialmente a su compañera de piso y a su pareja, que la volvió a llevar al hospital.

Un diagnóstico difícil

Ni un análisis de sangre completo ni una tomografía computarizada (TC) de la cabeza consiguieron detectar la presencia de los gusanos. Sin embargo, cuando los médicos realizaron una punción lumbar, descubrieron que el líquido cefalorraquídeo de la paciente contenía marcadores de meningitis eosinofílica, una rara infección cerebral que puede ser causada por parásitos.

El personal médico logró comprender que los síntomas y el viaje a aquellos lugares exóticos podían responder a una infección parasitaria. Así, la mujer recibió un diagnóstico de angiostrongiliasis, una enfermedad que recibe su nombre por el parásito Angiostrongylus cantonensis. El “gusano pulmonar de la rata”, como también se le conoce, comienza su ciclo de vida en los pulmones de este roedor antes de propagarse a las babosas y los caracoles.

Cómo logró recuperarse

Se descartaba la idea de que la paciente hubiese mordido una babosa o un caracol crudo, pues lo más probable es que la mujer hubiese comido una verdura por la que estos moluscos hayan pasado por encima, dejando los parásitos.

Gracias a un tratamiento intensivo de dos semanas que logró atravesar la barrera hematoencefálica (etsructura que protege al sistema nervioso), esta mujer ha logrado salvarse. El equipo médico también le administró dosis altas de prednisona, un esteroide para aliviar la inflamación del cerebro. Con esta terapia combinada, la paciente acabó con los gusanos que vivían dentro de su cabeza.

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