CARRERA. Salas ingresó a la Eeaoc en 1993, como becario en la sección Caña de Azúcar; desde entonces, en 32 años transitó por diversas áreas.
El cierre del año pasado coincidió con la clausura de la gestión como director técnico de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Daniel Ploper. Tras medio siglo ligado laboralmente a la entidad agrocientífica, Ploper daba un paso al costado.
Al frente del organismo asumió Hernán Salas, quien concedió a LA GACETA una entrevista, en la que dio a conocer los objetivos sobre los cuales trabajará la institución durante su mandato.
- ¿Qué significa para usted dirigir una institución como la Eeaoc?
- Es una gran distinción y un enorme orgullo haber sido designado director técnico de la institución de investigación agroindustrial más antigua del país. Y por supuesto, esto me genera un gran compromiso para intentar mantener en alto el prestigio y la calidad institucional, que son altamente reconocidos de la Eeaoc, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Cuando inicié mi carrera como becario en la sección Caña de Azúcar, en el año 1993, no imaginaba que llegaría a asumir semejante responsabilidad. Luego, por instrucciones del Honorable Directorio pasé a desempeñarme en la sección Zoología pasando finalmente a la sección Fruticultura, donde posteriormente asumí la coordinación del Programa Citrus. En 2018, el Honorable Directorio me propuso para ocupar la Dirección Asistente en Tecnología Agropecuaria y finalmente, a partir de este año, la Dirección Técnica de la institución. En estos más de 30 años me tocó conocer y compartir con grandes investigadores, como Miguel Costilla, Eduardo Willink, Nilda de Ramallo, Beatriz Stein y Ploper, quienes gracias a su enorme generosidad me permitieron ir aprendiendo de la institución, la investigación y los cultivos y sus desafíos. Todo esto, obviamente, será de gran ayuda para llevar adelante una gestión que cuando finalice me permita sentir la satisfacción de haber contribuido con mi humilde aporte a mantener en alto los valores y el reconocimiento de la Institución.
- ¿Cuáles son los principales aportes de la Eeaoc al agro en el NOA?
- Desde su fundación, la institución fue muy respetuosa de cumplir el mandato fundacional que consiste en aportar las soluciones necesarias para el desarrollo y crecimiento de la agroindustria de la provincia. El modelo implementado desde su creación por su fundador, don Alfredo Guzmán, establece que si bien se trata de una institución sostenida y dirigida por el sector privado, su vinculación a la Provincia mediante el Ministerio de Economía nos permitió siempre contar con el apoyo de los distintos gobiernos, lo cual también contribuyó siempre al funcionamiento de la institución. Por lo tanto, el Honorable Directorio vigila en forma permanente el cumplimiento de este mandato. El otro aspecto virtuoso de la Eeaoc es que contempla en su funcionamiento dos grandes áreas: la agrícola y la industrial, y dentro de estas, coexisten múltiples disciplinas que interactúan para lograr un abordaje integral de las distintas problemáticas de las actividades productivas. Es así que, desde su fundación, si bien la principal actividad abordada fue la agroindustria azucarera (también principal responsable de su sostenimiento), desde aquí surgieron las primeras investigaciones de otras importantes actividades productivas de la región, como son la citrícola (principalmente, limonera) y de granos (soja, maíz, poroto, trigo, etcétera). Esto fue, sin dudas, de gran ayuda para lograr la diversificación de la matriz productiva de la región.
ENTIDAD CENTENARIA. Salas estará al frente de la Eeaoc, una institución de 115 años, de prestigio internacional.
- ¿Cómo aborda la Eeaoc los desafíos relacionados a la producción sustentable de la agroindustria local?
- La actualización de los objetivos fundacionales exige a la Eeaoc adquirir un gran compromiso con la sostenibilidad de las distintas producciones a través del cumplimiento de los objetivos de desarrollo sustentable (ODS). Sin duda alguna, se trata de un concepto clave. Es por ello que desde hace varios años venimos trabajando, entre otras cosas, en investigaciones que permitieron en muchos casos reducir las emisiones y contaminaciones mediante el uso más racional de los combustibles y agroquímicos, a través de la obtención de nuevas variedades con distintas tolerancias o adaptaciones, de la adopción de técnicas innovadoras de manejo, tanto en la parte agrícola como sanitaria y de la profundización en los estudios y aplicaciones de todo lo relacionado a la bioenergía, mediante el uso de los biocombustibles elaborados a partir de los distintos tipo de biomasa. Asimismo, desde hace varios años, estamos trabajando también con el cálculo de la huella ambiental de los principales productos de la región. La posición geográfica de nuestra región hace que el cumplimiento de estos preceptos se vea severamente condicionado ya que el traslado de nuestros productos (hacia los puertos y luego a sus destinos finales) tiene un elevado impacto en la huella de los mismos.
- ¿Qué avances están haciendo en energías renovables para la agroindustria?
- Este tema ocupa uno de los principales lugares en la institución, al punto que se creó un programa de investigación denominado Bioenergía. Prueba de ello es la activa participación desde el lanzamiento mismo del “plan alconafta”, en el año 1978 en adelante. En forma permanente se está trabajando en mejorar la eficiencia de la producción de los biocombustibles (bioetanol y biogás) a partir de la biomasa generada en las principales actividades (azucarera y limonera), tanto de campo como de los desechos industriales. Somos conscientes de que el incremento de la producción de los biocombustibles y su posterior uso permitirán dar un salto de calidad importante en la sustentabilidad de las actividades productivas.
LA INDUSTRIA “MADRE”. Desde su fundación, la principal actividad abordada por la Eeaoc fue la azucarera.
- ¿Qué rol juegan las nuevas tecnologías en sus investigaciones actuales?
- Sencillamente, juegan un rol fundamental. En los últimos años aparecieron numerosas herramientas biotecnológicas que están permitiendo dar grandes pasos en los diferentes procesos del sistema productivo agroindustrial. Desde las mejoras en genética a través de la transgénesis y la edición génica, hasta la detección y caracterización de numerosos microorganismos que existen en el medio productivo y que nos permitirán obtener nuevos bioinsumos que contribuyan a mejorar el manejo de las producciones. La inteligencia artificial será seguramente otra herramienta de gran utilidad para acelerar los procesos de investigación y por supuesto, la aparición permanente de nuevos instrumentos que otorguen precisión y velocidad en los procesos. No obstante, todo esto siempre estará condicionado por el interés de los distintos sectores (público y privado) en invertir y no desfinanciar la investigación.
- ¿Qué desafíos enfrenta la agroindustria del NOA y cómo los están abordando?
- A mi modesto entender, el mayor desafío que enfrenta nuestra agroindustria es alcanzar metas concretas en cuanto al agregado de valor de las principales materias primas que se producen en la zona. Como ejemplo, se puede mencionar la pectina. Una de las fuentes de mayor calidad es la pulpa y cáscara del limón procesadas en nuestras industrias. Aproximadamente el 70% del gasto energético del proceso lo lleva el secado de estos productos, los cuales se enfardan, se trasladan 1.200 kilómetros a Buenos Aires y desde allí viajan miles de kilómetros en barco para llegar a destino donde deben ser hidratados nuevamente para la obtención de la pectina. Ambientalmente, es una ecuación muy difícil de cerrar.
- ¿Cómo visualiza el financiamiento de las investigaciones en estos momentos?
- Con mucha preocupación. En nuestro caso concreto, que funcionamos a partir de una tasa establecida por la Ley 5.020 (determina el régimen patrimonial y financiero de la Eeaoc) y sus modificatorias sobre la venta de las producciones locales, la variación de los precios de estas y la mora o falta de pago de la tasa por parte de algunos contribuyentes generan problemas en la continuidad de los proyectos e impide retener a valiosos recursos humanos poniendo en riesgo el funcionamiento de la Institución en los próximos tiempos. Este es un tema que nos preocupa, y mucho, ya que si bien el formato de la fundación y su funcionamiento es virtuoso, dando lugar a un fructífero trabajo por más de 115 años aportando a las principales actividades de la región, sería muy triste que este objetivo se vea interrumpido.








