Cómo será el nuevo Registro Civil: de una torre de siete pisos a un edificio más modesto

Cómo será el nuevo Registro Civil: de una torre de siete pisos a un edificio más modesto

Los trabajos en la casa central permanecen paralizados. Ahora se prevé la construcción de una planta baja y de un primer piso.

PARALIZADO. El pozo que se cavó para levantar los cimientos de lo que sería una torre de siete pisos ocupa todo el patio de 24 de Septiembre al 800.

Se había proyectado un edificio moderno de siete pisos de altura. Sin embargo, a la vuelta de dos años sólo queda un histórico inmueble demolido parcialmente y un enorme pozo en el fondo. Tampoco quedan expectativas de reanudar el ambicioso diseño; por el contrario, la apuesta oficial es que el agujero sea cubierto para que pueda levantarse allí una planta baja y un primer piso.

La reconstrucción y ampliación del Registro Civil de Tucumán de calle 24 de Septiembre 848 nació y evolucionó plagada de contratiempos. Como un presagio, esas dificultades se transformaron luego en un abandono total.

En junio de 2022, con Osvaldo Jaldo como gobernador interino, debido a que Juan Manzur se encontraba al frente de la Jefatura de Gabinete, el Gobierno presentó el faraónico proyecto. Constaba de tres etapas, partiendo por la recuperación del histórico edificio céntrico hasta finalmente la construcción de una torre en su patio.

La carpeta de presentación incluía un edificio de siete pisos, un subsuelo, una plaza seca y la remodelación del sector histórico del solar. Serían casi 6.200 metros cuadrados de trabajos valuados en poco más de $1.000 millones (incluía imprevistos y adicionales) y que serían financiados por la Nación, a través del Plan Federal de Obras de Arquitectura. Antes que finalizara ese año, la Unión Transitoria (UTE) de las empresas Alfa y Queñoa ganó la licitación lanzada por la Provincia. Sin embargo, a poco de comenzada la obra, en 2023, los trabajos se empantanaron por las diferencias políticas entre la entonces gestión municipal, que lideraba Germán Alfaro, y el Gobierno provincial. Principalmente, la autorización para una excepción al Código de Planeamiento Urbano necesaria era dilatada. “No estamos obstruyendo, por algo están pidiendo una excepción. Si piden una excepción es porque están haciendo algo que no está permitido por el Código de Planeamiento”, había expresado el ex intendente Alfaro. El ex candidato a vicegobernador de Juntos por el Cambio, ahora aliado de Jaldo, apuntaba en ese momento contra las violaciones a las normas urbanísticas, como la altura de ese edificio, que se tomara el pulmón de manzana y que no se previera lugar para el estacionamiento, lo cual congestionaría el tránsito. “Ellos están acostumbrados a ese tipo de práctica. Lo que tienen que hacer es hacer bien las cosas”, había expuesto.

“Aquí hay un condimento político. Se frenó el Mercado del Norte, entonces ahora están frenando esta obra”, había replicado el director de Arquitectura y Urbanismo (DAU), Alfredo Quinteros.

En el medio de ese tironeo burocrático, la obra recién pudo tomar impulso con la asunción de Rossana Chahla al frente de la Municipalidad. Pero, nuevamente, todo se paralizó porque un mes después ganó el balotaje presidencial Javier Milei, y una de sus primeras instrucciones fue la suspensión de todas las obras públicas en marcha que tuvieran financiamiento nacional. Entre ellas, cayó la del Registro Civil.

Lo que pudo concretarse hasta la parálisis fue realmente muy poco, pero lo suficiente para que la casa central quedara inutilizada. La UTE cavó un pozo enorme para construir los cimientos del nuevo edificio en el fondo y se realizó una demolición parcial del histórico inmueble, con apuntalamiento.

A lo largo de este año, la buena sintonía entre el Gobierno de Jaldo y la Nación permitió que el proyecto avanzara. “Se reprogramó la obra; por razones presupuestarias no se puede hacer lo que estaba previsto y lo que se hará será algo un poco más chico, pero se va a terminar”, dijo la semana pasada el ministro de Economía, Daniel Abad. En concreto, lo que se hará es una planta baja con un primer piso en el fondo, donde hoy sólo se ve un pozo enorme.

Quinteros, director de la DAU, precisó que en la última reunión con los funcionarios nacionales hubo entendimiento para avanzar con ese modesto proyecto. La llave para destrabar la obra está en que las empresas adjudicatarias cobraron en 2022 un anticipo equivalente al 20% del total del proyecto; es decir, alrededor de $ 200 millones en aquel momento. Como hay un saldo a favor importante aún para el Estado, porque no se llegó a gastar ese dinero, la intención del Gobierno es que las firmas “compensen” a la Provincia con el relleno del pozo y que construyan esa planta baja y primer piso. “Además, se harían cargo de recuperar la parte histórica de adelante para dejarlo funcional al Registro Civil”, detalló el funcionario tucumano.

El acuerdo para la equiparación de pasivos incluye la situación del Registro Civil

Antes de que finalizara el año, el gobernador Osvaldo Jaldo y el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, firmaron el convenio de extinción de obligaciones recíprocas, en el que se contempla el futuro del edificio del Registro Civil, entre otros predios y obras públicas. “Se ha firmado una un acta intención que tiene una serie de anexos y en esos anexos estamos viendo cuáles son los inmuebles de la Nación que, en caso de que nosotros tengamos saldo a favor, se nos va a transferir”, había explicado el ministro de Economía Daniel Abad. “Estamos casi seguros que vamos a tener saldo a favor”, añadió el funcionario provincial.

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