Arturo Frondizi, el presidente que representó una renovación política en la Argentina

Arturo Frondizi, el presidente que representó una renovación política en la Argentina

Murió el 18 de abril de 1995. Los rencores de antes y después del golpe de Estado de 1955 dominaban la política argentina de aquella época.

Arturo Fronizi, en Tucumán. FOTO ARCHIVO DE LA GACETA Arturo Fronizi, en Tucumán. FOTO ARCHIVO DE LA GACETA
18 Abril 2024

Fue un abogado radical formado en economía, política internacional e historia. Pactó con Perón para ser presidente y puso en práctica un ambicioso plan de desarrollo industrial y económico. Arturo Frondizi quedó en la historia argentina como el Presidente que alzó la bandera del desarrollismo. El 29 de marzo de 1962, las Fuerzas Armadas depusieron al gobierno. Murió el 18 de abril de 1995. 

Durante su gobierno, que comenzó en 1958 y finalizó en 1962, fue hostigado por los militares y por las huelgas de los sindicatos. Fue el cuarto golpe de Estado que sufrió Argentina en el siglo XX. Muchos lo consideran como uno de los pocos estadistas del país del siglo XX.

Una rebeldía de joven abogado

A los 22 años, Frondizi se recibió de abogado en julio de 1930. Dos meses después de aquel año, el 6 de septiembre de 1930, el interventor le comunicó que sería el propio presidente de facto, general Uriburu, quien se lo entregaría en una ceremonia.

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Ante esto, Frondizi se negó con un argumento contundente. "Lo que he conquistado legítimamente no estoy dispuesto a recibirlo de manos ilegítimas”, dijo y de inmediato fue enviado, preso, a Villa Devoto. Desistió de su sueño de ser docente universitario y se volcó a la actividad política hasta llegar a ser presidente de la Nación.

Una carta llegó a su celda

Tuvo 13 hermanos. De joven jugaba al fútbol como defensor también llegó a practicar boxeo en la categoría peso pluma. Al terminar el secundario en el Colegio Nacional Mariano Moreno, de Villa del Parque, ingresó a Derecho de la UBA en 1927 y a los tres años se había recibido. 

Elena Faggionato le había enviado una carta cuando estuvo preso. Cuando salió en libertad fue a agradecerle el gesto y formaron una pareja. Se casaron el 2 de enero de 1933 y pasaron la luna de miel en Ostende, en Pinamar, donde después construyó una casa frente al mar.

La pareja tuvo a Elena, su única hija, que nació en 1937. Frondizi inició su militancia política cuando el gobierno llamó a las elecciones de abril de 1931, que terminaría suspendida. Abrió un estudio junto a un colega y se dedicó a la defensa de compañeros presos.

Fue acusado de comunista

En las filas del radicalismo, Frondizi adhirió al Movimiento Orientador, creado en 1937. Después quedaría claro su enfrentamiento con la conducción unionista del partido y era contrario a que su partido integrase la Unión Democrática.

Fue acusado de comunista por las autoridades de facto que gobernaban desde junio de 1943 y quedó detenido en Villa Devoto. El 4 de abril de 1945, se formó el Movimiento de Intransigencia y Renovación, Frondizi estuvo en sus filas. 

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Al año siguiente, en 1946, asistía a su banca en la cámara de diputados. Abrazó los debates sobre política internacional, sobre cuestiones energéticas y los derechos del hombre. Intentó ser el presidente del bloque radical, integrado por 44 legisladores, pero debió conformarse con la vicepresidencia en la puja con Balbín. Sus compañeros lo apodaron “el obispo”. 

Un presidente menor de 50 años

A los 49 años, Frondizi asumió la presidencia del país el 1 de mayo de 1958. En su nuevo rol anunció un programa industrialista que entusiasmaba especialmente a los jóvenes. Sostenía que debían integrarse el campo, la industria y la minería, y buscar el autoabastecimiento energético. También insistía en una central única de trabajadores, en la libertad de enseñanza y en un claro alineamiento con occidente.

Muchos dirigentes lo definían como un político moderno, moderado, inteligente, dispuesto a escuchar y que sus colabores debieron aprender a seguirle el ritmo. Su prioridad fue la industrialización del país y buscó crear las condiciones para las inversiones públicas y privadas, en un intento de desregulación de la economía y reducción del gasto público.

Las secuelas de un pacto con Perón

Enfrentó un plan de lucha de los sindicatos y los militares lo miraban con recelo desde el momento que había pactado con Juan Domingo Perón, a quien ellos mismos habían desalojado del poder. Además, los militares lo veían como muy volcado hacia la izquierda. 

Apenas comenzó su gestión tuvo que implementar el Plan Conintes para hacer frente a las protestas sociales y los disturbios. Quisieron calmar el descontento militar con la incorporación de Alvaro Alsogaray al gobierno, que era bien visto por las Fuerzas Armadas. 

En aquel tiempo, en Punta del Este se realizó una reunión de ministros de Economía latinoamericanos, a la que asistió Ernesto “Che” Guevara, éste voló en secreto a Buenos Aires y se reunió en Olivos con Frondizi el 18 de agosto de 1961, quien intentó convencerlo de que Cuba volviese al bloque americano. Frondizi tuvo buena sintonía con John Kennedy, el presidente norteamericano, con quien se reunió en dos oportunidades.

Las disputas con los gremios y los militares

Las elecciones de marzo de 1962 fueron la mecha que encendió el golpe militar. El triunfo de los candidatos peronistas hizo que los militares pidieran la anulación de los comicios. Hubo un cambio de gabinete, se anunciaron intervenciones pero no se anularon las elecciones. 

Frondizi soportó 33 levantamientos militares. El 29 de marzo de 1962 lo desalojaron del poder y se lo llevaron detenido. En una carta insistió en que no se suicidaría, que no se iría del país.

Al quedar en libertad fundó el Movimiento de Integración y Desarrollo. En 1973 apoyó a la fórmula Cámpora-Solano Lima. La Triple A asesinó a su hermano Silvio Frondizi, de militancia en la izquierda troskista. Su esposa murió el 25 de abril de 1991 y también sufrió la muerte de su hija Elena, a la edad de 37 años. 

En 1992, el Ejército argentino lo condecoró por sus servicios distinguidos, que muchos leyeron como un mea culpa por su derrocamiento treinta años atrás. Por esos tiempos volvió a la Casa Rosada para donar el bastón, la banda presidencial y algunas fotografías.

Las figuras más diversas se declararon sus descendientes. En su momento, Néstor Kirchner se soñaba heredero de Frondizi, al igual que Carlos Menem. Hasta el propio Mauricio Macri, se mencionó como su continuador. Y los radicales, que lo denostaron desde la división de 1956, también volvieron a la figura política de Frondizi.

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