El Senado rechazó el DNU de Javier Milei, pero aún rige

El Senado rechazó el DNU de Javier Milei, pero aún rige

En un comunicado, el Presidente puso en duda la cita al “Pacto de Mayo”. El ex gobernador Manzur y Sandra Mendoza votaron en contra.

DEFINICIÓN. El Senado rechazó el “megadecreto” de Milei, que derogaba o modificaba casi 300 leyes, por 42 votos contra 25, y cuatro abstenciones. DEFINICIÓN. El Senado rechazó el “megadecreto” de Milei, que derogaba o modificaba casi 300 leyes, por 42 votos contra 25, y cuatro abstenciones.

Tal como se prenunciaba, el presidente, Javier Milei, sufrió una derrota política en la Cámara Alta del Congreso de la Nación. Los senadores rechazaron el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23, conocido como “megadecreto”, que derogaba o modificaba unos tres centenares de leyes. La votación cerró 42 a 25, con cuatro abstenciones.

Al menos por el momento, este hecho solo reviste un significado político, puesto que el DNU continúa vigente -su contenido reviste validez legal desde el 29 de diciembre-. Para que definitivamente deje de regir, también debe ser rechazado por la Cámara Baja. Si esta no lo trata en el recinto, o si los diputados se inclinan mayormente por votar a favor, el documento quedará ratificado en todos sus términos.

Entre los votos negativos se cuentan los de los senadores de Tucumán por la mayoría: el ex gobernador Juan Manzur y Sandra Mendoza -ambos, dentro del bloque de Unión por la Patria-. Por el contrario, la senadora por la minoría, Beatriz Ávila -integra un unibloque, dentro de lo que fue la bancada de Juntos por el Cambio-, votó a favor del “megadecreto”. Incluso, integró la lista de oradores (ver: “Ávila, a favor del DNU”). Manzur y Mendoza no emitieron palabras durante el debate.

El rechazo del DNU significó un agravamiento de la crisis entre Milei y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que se había desatado a raíz de la decisión de la titular del Senado de habilitar el debate del DNU en el recinto. Esto la convirtió en blanco del malestar de la Casa Rosada, y de una serie de feroces ataques por parte de usuarios de redes sociales, de cuentas que se reivindican mileiístas.

Los cuestionamientos y los ataques hacia Villarruel no pasaron inadvertidos durante en el debate de ayer. “Es un Presidente que ataca a su vicepresidenta”, acusó el senador por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y presidente de la Unión Cívica Radical, Martín Lousteau. José María Carambia (Santa Cruz) expresó su solidaridad con la vicepresidenta “por el ataque de los trolls libertarios”, en alusión a los usuarios de redes sociales. “Le agradezco que se haya ajustado al reglamento y haya convocado a esta sesión, a pesar de los aprietes”, denunció el titular del bloque del PRO, Luis Juez (Córdoba).

Repercusión oficial

A un par de horas de finalizada la sesión en el Senado, la cuenta de X -ex Twitter- de @OPRArgentina, mediante la cual la Oficina del Presidente emite su voz oficial, puso en dudas la realización del llamado “Pacto de Mayo”.

“El 1 de marzo, el Presidente extendió una invitación, en un acontecimiento histórico sin precedentes, a todos los integrantes de la dirigencia política, sin distinción partidaria, para firmar el Pacto de Mayo”, inicia el texto. El mandatario se había referido a tal llamamiento durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso. “(Ese) pacto constituye un acuerdo fundacional destinado a establecer 10 políticas de Estado que permitan edificar un nuevo orden económico, rescatando a Argentina de la senda del fracaso y reinsertándola en el camino necesario para volver a ser una potencia mundial. Este acuerdo, largamente demandado por la clase política durante décadas, pero que nadie ha osado convocar, requiere necesariamente de la buena voluntad de todos los sectores de la vida política nacional. Lo acontecido hoy en la Cámara de Senadores atenta contra la convocatoria del Presidente”, advierte.

Recuerda que el Senado había habilitado casi 500 DNU del kirchnerismo, y que rechazó el de Milei a solo tres meses de su asunción. “Resulta imposible interpretar esta decisión de otra manera que como un intento de socavar el Pacto de Mayo, el Gobierno nacional y el cambio elegido por los argentinos. Llegó el momento de que la clase política decida de qué lado de la historia quiere quedar”, finaliza el texto.

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