"En la altura, la pelota no se eleva": el sorprendente relato del basquetbolista Daniel Orresta en Bolivia

"En la altura, la pelota no se eleva": el sorprendente relato del basquetbolista Daniel Orresta en Bolivia

Al igual que Daniel Passarella, el surgido en Talleres de Tafí Viejo asegura la altitud le presenta demasiados retos. "Una vez supera el aro, la pelota baja con más velocidad", indicó.

IMPARABLE. Daniel Orresta fue elegido MVP de la LIBO en su segunda temporada. IMPARABLE. Daniel Orresta fue elegido MVP de la LIBO en su segunda temporada.

Bolivia siempre aparece como un destino desafiante para cualquier deportista. Si bien el nivel de juego siempre es una incógnita en todas las disciplinas, la altura se posiciona como el gran reto a superar. Cambios en los hábitos diarios y en la mecánica de tiro son algunas de las adversidades a las que tuvo que sobreponerse Daniel Orresta, un basquetbolista tucumano que está viviendo un sueño en el altiplano.

Instalado a 3.730 metros sobre el nivel del mar, en la ciudad de Oruro, el taficeño reconoce que su adaptación física fue más dura de lo que pensaba. “Cuando llegué, intenté jugar al mismo ritmo que lo hacía en Tucumán. Corría para todos lados y no sentía nada en mi cuerpo. Al otro día del primer partido, me levanté con un dolor de cuerpo y de cabeza que eran insoportable. Incluso, hubo partidos en los que me sentía atornillado al piso”, confesó el jugador que defiende los colores del Carl A-Z, equipo con el que alcanzó el cuarto puesto de la Libo básquet 2023. “A todo esto, tenés que sumarle el frío que hace. Es terrible porque hay veces que tenemos que jugar con temperatura bajo cero o con nieve”, agregó.

Orresta llegó a Bolivia casi en un abrir y cerrar de ojos. “Me acuerdo que estaba haciendo las compras y me llamó mi representante contándome la posibilidad de venir a jugar acá. En ese momento, estaba jugando el torneo local con Juventud Unida, y no dudé un segundo”, remarcó.

ACOMPAÑADO. Orresta asegura que su esposa es un gran sostén en su carrera deportiva. ACOMPAÑADO. Orresta asegura que su esposa es un gran sostén en su carrera deportiva.

Al igual que Daniel Pasarella, quien en 1996 había dicho que en la altura la pelota no doblaba, Orresta asegura que la “naranja” también sufre esos efectos. “En la altura la pelota no se eleva tanto como en Tucumán. Además de eso, tenés que tener en cuenta que una vez que supera el aro, la pelota baja con más velocidad. Y si pensás en tirar recto, tampoco es efectivo. Es una mecánica especial la que tenés que utilizar para tirar”, indicó.

A pesar de esas contras, “Chino” brilló en Bolivia durante 2023. El promedio de 20,9 puntos por partido, 4,5 asistencias y 1,8 robos lo convirtieron en el MVP (jugador más valioso) de la liga boliviana, durante la fase regular. “Me sorprendió el nivel de juego que hay. Es un básquet más libre que en nuestra provincia y eso me gusta. Nuestro DT, Marcelo Mendieta, siempre nos lleva a hacer juego con presión constante y más vertical. No hay tantos equipos que apuesten a las posesiones largas”, explicó, asegurando que, pese a los llamados de otros clubes, extenderá el vínculo con su equipo por una temporada más.

Para lograr su gran presente deportivo, el base tuvo que alejarse (temporalmente) de su familia y de su esposa Antonela Moreno Manrique. “Mi papá y mi mamá ya están acostumbrados porque mi hermano Sebastián juega, y la rompe en Brasil. Mi mujer no me creía hasta que tuve la valija en la puerta. Ella me acompañó tres meses allá y después se tuvo que volver por el embarazo”, comentó, agregando que al estar en plena competencia, tuvo que presenciar el nacimiento de su hija por videollamada. “Estaba en Potosí porque jugábamos el tercer partido de la semifinal. Justo estaba yendo a comer con mis compañeros y me entró una llamada de mi hermana para avisarme que estaba naciendo mi hija. Fue algo muy loco porque uno nunca se imagina vivir esos eventos de esta manera; y lo hice por videollamada”.

Pese a reconocer que tiene un paladar “complicado”, el surgido en Talleres indica que no tuvo problemas con la comida, aunque reconoce que la cocina no es lo suyo. “Cuesta un montón aprender a cocinar. Siempre la molesto a mi esposa por uno que otro consejo para saber cómo se hacen ciertas comidas. Pero sale lo que sale, lo bueno es que como yo únicamente, ja, ja, ja”, dijo. “Es distinto el tema de calentar agua. A las pastas tenés que sacar un tiempo antes a lo que dice el paquete, porque si la dejas los 10’ se hace una masa terrible y tenés que tirarla. Además, en Bolivia es casi imposible comer carne de vaca, casi todo lo que se consume es pollo. Además la altura hace que no tengas tanto apetito”, expresó.

Orresta asegura que en Oruro encontró tradiciones que lo sorprendieron. “Es una ciudad súper tranquila. Lo que más me llamó la atención es que tienen un Día del Peatón. Ese día la gente sale a caminar en familia o en bicicleta. Fue algo impactante porque no es algo habitual en Tucumán. También es conocida por ser la ciudad del Carnaval, en donde la gente va bailando hasta la Virgen del Socavón. Tuve la suerte de compartir la experiencia con mi esposa. Pesan muchísimo esos disfraces lo que hace que sea más increíble”, remató.

Por último, Orresta está convencido en dejar grabada su huella dentro del básquet boliviano. “Espero mantener el nivel que tuve en esta temporada. Quedamos muy cerca de jugar una final, lo que hubiese sido un logro gigante para el club. Queremos ganar la Libo para ver si podemos clasificar a una Liga Sudamericana”, concluyó.

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