La asunción de Milei: 34 minutos de realidad y una evocación a dos tucumanos

La asunción de Milei: 34 minutos de realidad y una evocación a dos tucumanos

El presidente planteó sin titubeos cuál es la realidad con la que convivirán los argentinos en los próximos meses. Las menciones a los próceres.

NUEVO PRESIDENTE. Milei, luego de jurar en el Congreso de la Nación. AFP NUEVO PRESIDENTE. Milei, luego de jurar en el Congreso de la Nación. AFP

Un Javier Milei auténtico. Si durante la campaña esa personalidad zigzagueó al tenor de los ánimos y las conveniencias electorales, el Milei que se estrenó este mediodía fue el que sacudió el statu quo político nacional. No intentó vender ilusiones, como manda el libreto tradicional, sino que planteó con crudeza lo que pretende hacer. Al “no hay plata”, le sumó la advertencia de que se avecinan meses durísimos para los argentinos. “Prefiero una verdad incómoda que una mentira confortable”, lanzó.

La postura del presidente ya en funciones fue de incomodidad. De principio a fin se percibió su inexperiencia política e institucional. Justamente, los atributos que cautivaron a un 30% de la sociedad, porcentaje ampliado a un 56% de la mano del macrismo. Dudó respecto de lo que marcaba el protocolo, miró reiteradamente a los costados durante la ceremonia y, ya en las escalinatas del Congreso, pronunció un discurso demasiado técnico, crudo y poco apegado a las emociones para dirigirse ante la ciudadanía.

Desde luego, nada de eso impidió que la sorprendente convocatoria frente al Parlamento lo aplaudiera y gritara contra ante cada arremetida contra la herencia recibida. No dudó en afirmar que es la peor que podría recibir un gobierno entrante. En particular, azuzó el fantasma de la hiperinflación en varios tramos de su exposición. “Nos dejaron plantada una inflación de 15.000% anual”, aseveró.

“La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock, naturalmente eso repercutirá de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, insistió. El “no hay alternativa” al ajuste lo ratificó en más de una ocasión a lo largo de 34 minutos de lectura.

Milei habló ante ciudadanos y militantes libertarios, y rodeado del presidente ucraniano Volodimir Zelensky, del armenio Vahagn Jachaturián, del chileno Gabriel Boric y del rey Felipe VI de España, a su derecha. A su izquierda estuvieron el paraguayo Santiago Peña, el uruguayo Luis Lacalle, el ecuatoriano Daniel Noboa, Viktor Orban (Hungría) y el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro.

“Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años”, ahondó, en una de los pocos intentos que hizo por “suavizar” el impacto de sus dichos. “Recordemos que en los últimos 12 años, el PBI per cápita ha caído 15% en un contexto donde acumulamos 5000% de inflación; hace más de una década que vivimos en estanflación, por lo tanto este es el último mal trago para iniciar la reconstrucción de Argentina”, completó.

El nuevo mandatario no sólo se refirió a la situación económica “de emergencia”, sino también al resto de los asuntos del Estado. Abordó la cuestión educativa, social, de salud, de seguridad y de infraestructura. En todas, dijo, la realidad es igual de dramática. El ejemplo del avance del crimen organizado en Rosario (Santa Fe) fue uno de sus ejemplos. “Argentina se ha convertido en un baño de sangre, los delincuentes caminan libres mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas, el narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles a punto tal que una de las ciudades más importantes ha sido secuestrada por los narcos y la violencia”, describió.

“Se acabó con el siga-siga de los delincuentes”, arengó ante los aplausos de los presentes y los gritos “Policía, Policía”.

Respecto de la situación social, dijo que es grave y que puede empeorar en el corto plazo porque los efectos de las políticas económicas de los últimos dos años se padecerán en los meses por venir. “En materia social estamos recibiendo un país donde la mitad del país es pobre, con el tejido social roto. Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que genera más pobreza. Los planes contra la pobreza generan más pobreza. La única forma de salir de la pobreza es con más libertad”, continuó.

La cuestión educativa también fue crudamente descripta. “Para que tengan en cuenta el deterioro que vivimos, sólo el 16% de los chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela, sólo 16 de cada 100, el 84% no termina la escuela en tiempo y forma”, reseñó.

“A su vez el 70% de los que sí terminan la escuela no pueden resolver un problema de matemático básico o comprender un texto”, prosiguió en alusión a los resultados conocidos recientemente de las pruebas PISA.

“Si se levantara Sarmiento y vieran lo que hicieron con la discusión”, reflexionó ante los vítores.

El capítulo tucumano estuvo presente en su discurso. Milei evocó al abogado Juan Bautista Alberdi, cerebro de la Constitución de 1853, por sus ideas de la libertad. Pero también recordó al ex presidente Julio Argentino Roca. “Será duro. Pero como dijo Julio Argentino Roca: ‘Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo, cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios’”, sostuvo.

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