“Monteagudo, un pionero revolucionario”

“Monteagudo, un pionero revolucionario”

Florencia Canale presenta el jueves el libro “El diablo”

CANALE. “Lo desafiante fue conocer de quien se sabía poco”. CANALE. “Lo desafiante fue conocer de quien se sabía poco”.

“Nació en Tucumán en el año 1789, Monteagudo fue un pionero revolucionario”. Lo relata Florencia Canale, quien el jueves estará en Tucumán presentando su libro “El diablo”, en el marco del ciclo de conferencias de LA GACETA, actividad es organizada en colaboración con la editorial Planeta.

Bernardo de Monteagudo era el hijo de una mulata. Se abrió camino entre los poderosos del Río de la Plata a pesar de su origen cuestionado. “Juan Martín de Pueyrredón, lo trataba de hijo de esclava negra”, sostiene la escritora. Su última obra arroja luz sobre la figura enigmática de Monteagudo, hombre de confianza de San Martín y colaborador de Bolívar y O'Higgins en la liberación de América.

Un personaje también polémico en muchos sentidos. Fue conocido como el “monstruo de la crueldad”, por su radicalización en la instauración de procesos revolucionarios. De hecho el recorrido que hizo comenzó antes de la famosa Revolución de Mayo, cuando participó en la Revolución de Chuquisaca. “Podríamos decir que era un progresista en su época: abogo por el derecho de los pueblos originarios, la abolición de la esclavitud, entre otras”, dijo.

Desafío de investigar

“Lo más desafiante fue descubrir y dar a conocer a un hombre del que se sabía muy poco, a pesar de su importancia en el proceso independentista de América. La historiografía lo había ignorado en gran medida. El desafío era permitir que la gente descubriera quién era Monteagudo, un personaje clave en nuestra historia”, cuenta a LA GACETA. “Me interesan quienes han tenido personalidades fuertes, vidas contundentes, contradictorias. A mí me interesa escribir sobre la pasión”, señaló.

La influencia de Monteagudo no se limitaba a la política y la revolución. Su ardiente personalidad también se manifestó en su vida amorosa, donde las mujeres caían rendidas a sus pies. Canale, también autora de “Pecadora” y “La Libertina”, revela cómo Remedios de Escalada, la esposa de su amigo íntimo, San Martín, se dejó llevar por la pasión de Monteagudo. “Quiero escribir sobre él desde mi primera novela. Cuando descubrí el vínculo que tuvo con Remedios”, cuenta Canale. La autora es descendiente de Remedios de Escalada y asegura “el vínculo entre Monteagudo y Remedios de Escalada fue un dato que circulaba en mi familia desde hace generaciones. Además, Monteagudo era conocido por su éxito con las mujeres, lo que me llevó a explorar la situación en la que se encontraba Remedios. Aunque su gran amor era San Martín, si hablamos de pasión en su vida hablamos de Monteagudo”.

El origen humilde

“Creo que su origen fue fundamental en la forja de su personalidad”. Se dice que Monteagudo es fruto de una relación ilegítima entre su madre y un cura. Logró recibirse de abogado con honores en Chuquisaca. “Esa movilidad social que logró, siendo hijo de una mulata y pobre, es realmente destacable. Su madre fue un pilar fundamental en su crianza, y esa figura materna influyó en su capacidad para defenderse y avanzar en la vida”, asegura la autora.

“Monteagudo fue un personaje multifacético, y hubo aspectos de su vida, como su relación con Manuela Sáenz y Simón Bolívar, que no pude desarrollar completamente en esta novela. Pero estoy segura de que sus vidas también merecen ser exploradas”.

“Creo que Monteagudo puede enseñarnos la importancia de la pasión y el coraje en la lucha por la independencia y la libertad. Es un ejemplo de un joven que, a pesar de no tener los medios iniciales, se dedicó a buscar su elevación intelectual y personal. Su historia nos anima a mirarnos en el espejo y recordar los ideales y la valentía de los que lucharon por un futuro mejor. Hoy en día, en un mundo a menudo distorsionado, debemos recordar a figuras como Monteagudo que se atrevieron a luchar por un ideal“, finalizó.

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