Consejos para prevenir la rabia en humanos y animales

Consejos para prevenir la rabia en humanos y animales

Es importante garantizar un entorno seguro para nosotros y para nuestras queridas mascotas.

VACUNACIÓN. Esta es la manera más segura de proteger a las mascotas. VACUNACIÓN. Esta es la manera más segura de proteger a las mascotas.
30 Septiembre 2023

Prevenir la rabia, tanto en personas como en animales, es importante. Así lo destaca la doctora Alicia Barreto, médica veterinaria y fundadora del refugio de animales Aprani, que en un comunicado de prensa brinda valiosos consejos para evitar la propagación de esta enfermedad.

Señala que la primera medida clave es conocer los síntomas más comunes de la rabia en animales y personas.

En cuanto a los animales, los cambios abruptos en su comportamiento, la salivación excesiva, la dificultad para tragar y la parálisis en las patas traseras son señales de alarma a las que debemos prestar atención.

En el caso de las personas, la fiebre, el malestar general, el dolor y el hormigueo alrededor de una herida causada por un animal, la confusión y la agitación, así como la dificultad para tragar, pueden indicar la presencia de la rabia.

Para prevenir la rabia en animales y, por ende, reducir el riesgo para las personas, es fundamental seguir estos consejos:

Vacunación responsable: la vacunación es la mejor manera de proteger los animales. Mantener al día las vacunas de nuestros peludos amigos es esencial. Consultar con un veterinario para establecer un calendario adecuado de vacunación es una decisión inteligente.

Identificación efectiva: proporcionar a los animales un collar de identificación con nuestros datos de contacto puede marcar la diferencia en caso de que se pierdan. El uso de microchips es otra opción recomendada para garantizar su seguridad.

Evitar el contacto con animales salvajes: mantener nuestras mascotas alejadas de animales salvajes, como mapaches, zorros y murciélagos, es una medida preventiva esencial.

Educación y supervisión: enseñar a nuestros hijos a tratar a los animales con amor y respeto, y supervisar siempre sus interacciones con los animales, es una forma de prevenir posibles mordeduras y contagios.

Higiene y limpieza: mantener un entorno limpio y libre de roedores en nuestro hogar y jardín contribuye a reducir el riesgo de rabia.

Cuidado y atención: brindar una alimentación adecuada, ejercicio regular y visitas periódicas al veterinario son actos de amor que ayudan a mantener a los animales saludables.

Detección temprana: si notamos cambios extraños en el comportamiento de los animales, no debemos dudar en consultar a un veterinario. La detección temprana puede marcar la diferencia en el tratamiento.

Vacunación postexposición humana: en caso de que alguien en nuestra familia haya sido mordido o rasguñado por un animal sospechoso de tener rabia, es fundamental buscar atención médica de inmediato para recibir la vacunación postexposición.

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