Cómo podrían evitarse cientos de miles de casos de demencia previstos para 2050 en Argentina

Cómo podrían evitarse cientos de miles de casos de demencia previstos para 2050 en Argentina

La Fundación León de Tucumán y Alzheimer's Disease International piden a los gobiernos para que financien urgente más investigación sobre la reducción del riesgo

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07 Septiembre 2023

A pesar de los avances en el desarrollo de fármacos, Fundación León y Alzheimer's Disease International (ADI) advierten que la reducción del riesgo sigue siendo la única herramienta de prevención probada en relación a la demencia. En el Mes Mundial del Alzheimer, León y ADI hacen un llamamiento a los gobiernos para que financien urgentemente más investigación sobre la reducción del riesgo, introduzcan estrategias, educación y servicios de apoyo, para retrasar o prevenir hasta 55 millones de los 139 millones de casos de demencia previstos en el mundo para 2050, lo que equivale a 356.872 casos en Argentina, donde se esperan 892.180 para 2050.

La mayoría de los gobiernos ya han firmado con la Organización Mundial de la Salud para priorizar la reducción del riesgo de demencia, sin embargo, la evidencia sugiere que la mayoría ha olvidado o ignorado este compromiso hasta ahora.

Federico Díaz Marino, director de Programas de León, expresa: “abordar los factores de riesgo de la demencia para las personas, tanto antes como después del diagnóstico, podría reducir o ralentizar los 139 millones de casos de demencia previstos para 2050 de una forma accesible y asequible para las personas de todo el mundo”.

“Existen numerosos factores de riesgo de demencia, muchos de los cuales pueden controlarse personalmente. Entre ellos se encuentran el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física, el contacto social poco frecuente, los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como la diabetes, la pérdida de audición, la depresión, la obesidad y la hipertensión”, añade.

Los restantes factores de riesgo incluyen la contaminación atmosférica y el acceso restringido a la educación temprana, que los gobiernos son responsables de abordar. Además, los gobiernos son responsables de proporcionar otros servicios que pueden ayudar a mejorar la vida de quienes viven con demencia, como el acceso a la asistencia sanitaria y a los cuidados de larga duración, y a los servicios de salud mental.

"Se trata de un paso fundamental, a falta de tratamiento o cura, para prevenir el mayor número posible de casos. Debemos asegurarnos de que las poblaciones conozcan las estrategias de reducción del riesgo de demencia, a todas las edades, y tengan acceso a la información, el asesoramiento y los servicios de apoyo necesarios", afirma la CEO de ADI, Paola Barbarino.

Cabe recordar que actualmente son 412.268 las personas conviviendo con algún tipo de demencia en el país.

Sólo 40 gobiernos de todo el mundo han desarrollado hasta ahora planes nacionales contra la demencia, y aún son menos los que incluyen estrategias de reducción de riesgos. Como resultado, los gobiernos están desaprovechando una herramienta vital para retrasar o prevenir futuros casos.

Aunque los individuos pueden introducir cambios en su estilo de vida para reducir el riesgo de desarrollar demencia o ralentizar su avance, los gobiernos tienen un claro papel que desempeñar en la reducción del riesgo social.

"A menudo, las personas diagnosticadas con demencia nos dicen que desconocían la existencia de factores de riesgo modificables y que desearían haber sabido cómo reducir el riesgo mucho antes. A menudo, no es hasta después del diagnóstico cuando se dan cuenta de lo práctica que puede ser la prevención de la demencia, tanto para evitar o retrasar la aparición como para ralentizar potencialmente la progresión de la enfermedad", afirma Barbarino.

"Nunca es demasiado pronto y nunca es demasiado tarde para reducir el riesgo de demencia", asegura Díaz Marino desde León.


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