

El 20 de agosto de 2023 se cumplieron 108 años del fallecimiento de Paul Ehlrich, premio Nobel de Medicina. Había nacido en 1854 en la ciudad polaca de Strezelin. Hijo de una tradicional familia de fabricantes, trabajó como médico en un laboratorio de Berlín. Allí sentó las bases de la Hematología moderna y darte el análisis exhaustivo de la composición de la sangre. En 1899 se hizo cargo de la dirección del Instituto de Terapia Experimental de Frankfurt. Diez años después obtuvo el premio Nobel por sus logros en Inmunología y por sus nuevos métodos para el tratamiento de las enfermedades infecciosas, especialmente en la quimioterapia de la sífilis con el uso de un preparado inyectable a base de arsénico llamado “Salvarsan“ (la sífilis había sido catalogada como el flagelo más cruel, semejante al sida en nuestros días). Se trataba de un producto químico de una serie de 606 que el doctor Ehrlich había desarrollado luego de un largo trabajo de investigación. El mismo había organizado la distribución del medicamento a todo el mundo, con una condición: que los pacientes fueran curados en forma gratuita. Cientos de miles de personas lo aguardaban con impaciencia. Pero este desinterés no le sirvió de mucho: debió sufrir una persecución feroz en Berlín por claros motivos antisemitas. Fuertes discusiones en los círculos científicos y en la prensa por “realizar experimentos peligrosos y por estafa” que lo llevaron, a la postre, a un riguroso interrogatorio por parte del Reichstag (parlamento alemán) donde debió responder personalmente ante las preguntas del gobierno. Los argumentos de sus enemigos fueron finalmente desechados. Pero su salud no resistió el embate: el 23 de agosto de 1915 falleció en un sanatorio de Hamburgo. sus restos descansan en cementerio judío de Frankfurt. Emil von Behring (premio Nobel de 1901) dijo que Ehrlich “ había sido como la cabeza de un gran reino, con su población de discípulos en todo el mundo“. Hoy llevan su nombre, entre otros, el Instituto de investigación de Frankfurt y un sector de instituto Weisman de Jerusalem. Una vez le preguntaron en una entrevista si por qué nunca quiso aceptar el otorgamiento del título nobiliario, respondiendo: “soy judío y con eso está todo dicho” (es oportuno recordar aquí que Alexander Fleming descubrió en 1928 de la penicilina y que fue utilizada por primera vez recién en el año 1940).
Arturo Garvich
Las Heras 632 - S. M. de Tucumán







