Un grupo de estudiantes vivió la experiencia de ser discapacitado

Un grupo de estudiantes vivió la experiencia de ser discapacitado

Los adolescentes comprobaron los obstáculos que encuentran en la ciudad un ciego o quien no puede caminar. Piden más rampas y que se reparen las veredas.

TARDE DE LLUVIA. Dieciséis chicos de 14 años ( varones y mujeres) circularon sobre ruedas y con vendas en los ojos, en el lapso de una hora. LA?GACETA / ANTONIO FERRONI TARDE DE LLUVIA. Dieciséis chicos de 14 años ( varones y mujeres) circularon sobre ruedas y con vendas en los ojos, en el lapso de una hora. LA?GACETA / ANTONIO FERRONI
16 Mayo 2009
"¡Cuidado! vamos por allá, ¿no te das cuenta de que me mojo? No puedo esquivar nada", le dijo Sol, desde la silla, a su compañera, que sin querer había pasado debajo de una gotera. "Tengo miedo de que me tirés, cuidado que la vereda está un poco rota", decía preocupada Agustina. A Facundo, la venda en los ojos lo tenía intranquilo. "La gente nos mira raro. Esos chicos se nos rieron", comentó un estudiante. "Vamos a mandar una carta a la Municipalidad para que mejore las veredas y construya rampas", coincidieron. Todos tienen 14 años, son alumnos del colegio Nueva Concepción y durante una hora se pusieron en el lugar de los que no ven y de los que no pueden caminar. La experiencia, dicen, los conmovió.