Confirman el divorcio del presidente francés

Confirman el divorcio del presidente francés

Un escueto comunicado oficial puso fin al mar de conjeturas. La pareja presidencial había cautivado a los franceses, tanto por su glamour como por sus crisis y misterios. El hijo de ambos vivirá con su madre. Viaje a Lisboa.

14 DE JULIO. Cecilia, en la última vez que se la vio junto con su esposo. REUTERS 14 DE JULIO. Cecilia, en la última vez que se la vio junto con su esposo. REUTERS
19 Octubre 2007
PARIS.- Cinco meses después de asumir como jefe de Estado, Nicolas Sarkozy, de 52 años, y su esposa Cecilia, de 49, se han divorciado “por consentimiento mutuo y no harán ningún comentario”, afirma un comunicado de 15 palabras difundido ayer por el Palacio del Elíseo. Sarkozy partió ayer mismo a la cumbre europea de Lisboa.
El divorcio pone fin a una relación tumultuosa y pasional que cautivó a los franceses. Los Sarkozy, comparados en ocasiones con los Kennedy, habían seducido a la opinión pública tanto por su glamour como por sus crisis y misterios.

El pequeño Louis
Casados en 1996, tienen un hijo en común, Louis, de 10 años, que residirá en casa de su madre y mantendrá un contacto muy estrecho con su padre, explicó la abogada de ambos. Cecilia tiene dos hijas de su primer matrimonio y el mandatario dos varones de su unión anterior.
Hijo de un inmigrante húngaro, Sarkozy se había empleado a fondo para convertirse en presidente. En cambio, Cecilia, ex modelo española, bisnieta del compositor Isaac Albéniz, siempre expresó el deseo de seguir siendo una mujer libre y mostraba reticencias a ser primera dama, pese a que fue un respaldo clave en la carrera presidencial de su esposo.
La pareja ya vivió una crisis en 2005. Cecilia se marchó entonces a Estados Unidos, donde mantuvo una relación con un publicista francés. Mientras, Sarkozy aparecía junto a una nueva compañera sentimental. Se reconciliaron en 2006. Hace dos semanas, el texto de una carta que llevaba Sarkozy dio lugar a versiones de una relación extraconyugal.
Sarkozy reconoció públicamente en varias ocasiones su apego a Cecilia. Y describió su separación de 2005 como un huracán que lo conmovió profundamente. En su primera reacción, la izquierda francesa estimó que había sido víctima de la “pipolización” (del inglés people) de la vida pública, que él mismo alimentó. El divorcio se produce unos meses después de la separación de la pareja estrella de la izquierda francesa, Ségolène Royal -derrotada por Sarkozy en la elección de mayo- y el líder de los socialistas, François Hollande. (AFP-NA)

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