Logrado policial del otro yo de un gran novelista irlandés

Logrado policial del otro yo de un gran novelista irlandés

Por Juan Manuel Montero. Con el seudónimo de Benjamin Black, John Banville conjuga lo mejor del género negro.

EL GRAN DESCRIPTOR. Los personajes y el clima de las situaciones es presentado con maestría por el también autor de El Mar. EL GRAN DESCRIPTOR. Los personajes y el clima de las situaciones es presentado con maestría por el también autor de El Mar.
14 Octubre 2007
¿Qué misterio se esconde detrás de la muerte de una joven y bella mujer? Este enigma sirve para presentar El secreto de Christine, la novela que el gran escritor irlandés John Banville nos entrega bajo el seudónimo de Benjamín Black. Evidentemente Banville, con el apellido ficticio que eligió, decidió honrar al género negro. Y por ello se despachó con una novela en cuya trama conjuga lo mejor del legado de Chesterton, Chandler, Christie y Doyle.
Black ubica su novela en la nebulosa Dublin y elige como "detective" al médico patólogo Garret Quirke, que ve transcurrir sus días entre el despanzurramiento de cadáveres y el dolor por la muerte de su esposa.
Banville es autor del celebrado El Mar, por el que ganó el Premio Man Booker 2005, con el que se posicionó como uno de los novelistas más destacados de la última década. Entre sus obras más reconocidas también figuran El libro de las pruebas, El intocable, Eclipse e Imposturas. Pero, en vez de dormirse en los laureles, el escritor dio un vuelco en su carrera hacia la novela negra. "No tengan dudas, somos dos escritores diferentes", advierte Banville-Black en una entrevista.
La aparición de su cuñado en su lugar de trabajo, examinando el expediente de una joven cuyo cadáver había llegado pocas horas antes, es el disparador para que Quirke, llevado por una curiosidad morbosa que le costará mucho más de un dolor de cabeza, comience a adentrarse en una historia sórdida. Pero lo que este particular detective descubre, a cada paso que da, es que detrás de ese cadáver por el que se había interesado su cuñado se esconde mucho de su propia historia.
Black es un verdadero estilista de la lengua. A lo largo de las 392 páginas del libro, sus descripciones de personajes y ambientes son minuciosas; en todo momento se vive la opresión del protagonista que, por cada paso que cree avanzar, retrocede otros varios en su búsqueda de la verdad. En el medio, la Iglesia Católica comienza a tomar un papel de relevancia en el caso, lo que desorienta aún más al patólogo, a esta altura tan decidido a saber qué es lo que está pasando como a saber que en esta aventura está incluso su vida en juego.
Black ya terminó la segunda novela de esta serie, que será publicada en los próximos meses. En una entrevista, Banville aseguró que ha soñado más de una vez con que Black recibe el Premio Nobel de Literatura, por lo que, seguramente, él quedará en el olvido. La saga del doctor Quirke tal vez lo acerque un poco más a sus fantasías.© LA GACETA

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