La Justicia cierra un sangriento capítulo de la historia de Perú

La Justicia cierra un sangriento capítulo de la historia de Perú

Fin de un juicio civil contra un grupo terrorista. El líder senderista no hizo ni un gesto durante las siete horas que duró la lectura de la sentencia.

15 Octubre 2006
LIMA.- Con la sentencia a cadena perpetua contra Abimael Guzmán, líder de la guerrilla maoísta Sendero Luminoso (SL), se cerró una sangrienta etapa de la historia de Perú. El primer juicio civil por delito de terrorismo contra la cúpula de SL terminó con la máxima condena para el hombre que lideró uno de los conflictos internos armados más cruentos de América Latina, que dejó 70.000 muertos entre 1980 y 2000. La prisión perpetua fue dictada contra Guzmán, de 72 años, que pasó los últimos 14 años en prisión, y contra su pareja sentimental y número dos de la organización, Elena Iparraguirre. En cambio, los 10 miembros de la jefatura de SL purgarán entre 24 y 35 años de prisión. El procurador antiterrorista, Guillermo Cabala, consideró que el fallo es una burla; "el jurado tuvo miedo de dictar pena máxima a todos", dijo. Varios medios también criticaron este detalle de la sentencia, que para algunos reos podría significar la libertad en 2013, y el riesgo consecuente de un retorno de la guerrilla maoísta. "Es una organización criminal fundamentalista que no ha arriado sus banderas", dijo Cabala.

En juicio público
La pena dictada es similar a la que le otorgó en 1993 una corte militar, que fue anulada en 2003, cuando fueron derogadas las leyes antiterroristas creadas por el gobierno de Alberto Fujimori. Desde entonces, Perú se adaptó a los estándares internacionales de justicia. Por lo tanto, es la primera vez que el jefe histórico de los senderistas es juzgado por jueces del fuero civil de Perú en un juicio público, como reclamaron sus abogados. La condena será revisada cuando Guzmán cumpla 35 años de prisión.
Desde su captura en 1992, el líder senderista se encuentra preso en la base naval del Callao, aledaña a Lima. Guzmán lució tranquilo durante las más de siete horas que duró la lectura de su sentencia y no hizo ningún comentario tras conocer el veredicto; pero su abogado, Manuel Fajardo, dijo que interpuso un recurso de nulidad, y declaró que podría recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, alegando que en Perú hubo una guerra y no terrorismo.
Según el fallo, los condenados deberán pagar una reparación de 3.700 millones de soles (unos U$S 1.140 millones) al Estado. Entre los crímenes que se le imputan a SL figura el asesinato en 1983 de 69 personas, incluidos ancianos y niños, en el poblado andino de Lucanamarca, en Ayacucho, al sureste de Lima. Varios sobrevivientes de la masacre llegaron el viernes al Callao, para asistir al cierre del juicio. (Reuter-AFP-NA)




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