Tucumán puede ser declarada zona de desastre institucional

Tucumán puede ser declarada zona de desastre institucional

Punto de vista. Por María Gilda Pedicone de Valls - Decana de la Facultad de Derecho - Unsta.

12 Febrero 2007
El tórrido verano tucumano trajo desbordes de todo tipo: físicos e institucionales. Lo peor es que, a diferencia de los primeros, que cesarán con las lluvias, los segundos amenazan con potenciarse hasta convertir a Tucumán en "zona de desastre institucional", sin que ningún decreto de necesidad y urgencia (DNU) o ley que declare la emergencia puedan reparar el daño en ciernes.
Las inundaciones han terminado de dejar al desnudo la precariedad de la fórmula (José Alperovich-Fernando Juri) y las diferencias en los modos de hacer política que separan al gobernador y al vicegobernador. Como un déjà vu", la situación reedita la difícil convivencia entre ambos desde que la reforma constitucional de 1990 creó la figura del vicegobernador y el peligroso juego al que someten, cuando esto pasa, a las instituciones a su cargo.

Borges tenía razón
Con una frecuencia y agresividad que van in crescendo, los medios de comunicación muestran a diario una pelea que, como un espectáculo boxístico, ha empezado muchos antes que los contendientes subieran al ring. Con igual intensidad, los seguidores de uno y otro alimentan con sus dichos y con sus hechos una rivalidad que a esta altura tiene varios protagonistas; casi todos ellos ocupar cargos en los que quieren ser reelectos. Parafraseando a Jorge Luis Borges, no los une el amor sino el espanto a perder sus cargos.
Sumado a ello, la reciente intervención del Partido Justicialista obliga a elegir la conducción del partido en la provincia, disputa que tiene por contendientes casi a los mismos protagonistas y que se prevé será un anticipo del resultado electoral del 26 de agosto.
¿Llegará la sangre al río? ¿Son Alperovich y Juri un Titanic buscando su iceberg? Si es así (y si las instituciones resisten el tironeo) es probable que vayamos a la elección para gobernador con dos candidatos justicialistas (en esta categoría se incluyen a los históricos, a los neoperonistas, a los transversales, a los kirchneristas, etcétera). También es probable que uno de ellos gane la elección.

Todo un ejemplo
Para que ello ocurra, el sector del peronismo histórico intentará hacer en Tucumán lo que monseñor Joaquín Piña en la provincia Misiones a fines de octubre: unir a toda la oposición en contra de un gobierno (justicialista) que ha hecho obras pero que ha mostrado un claro desprecio por las instituciones, por quienes no piensan igual y por quienes no han aceptado someterse a sus caprichos.
La pregunta inicial sobre si el vicegobernador Juri puede generar lo mismo que Piña, debería completarse con otra: ¿es Alperovich igual a Carlos Rovira? La respuesta la tienen peronistas y no peronistas, pero sobre todo el electorado independiente.