Atlético se gana el respeto y saca chapa en las paradas complicadas

Atlético se gana el respeto y saca chapa en las paradas complicadas

Más allá de los jugadores que entran a la cancha, el "decano" se hace cada vez más fuerte.

DESAHOGO. Barbona grita. No marcaba desde hace 10 meses. DESAHOGO. Barbona grita. No marcaba desde hace 10 meses.

Cuando el plantel de Atlético dejaba La Bombonera, pocos minutos antes de que terminara un 20 de febrero que ya está marcado con resaltador en la historia del club, un periodista de una transmisión partidaria le informó a Ricardo Zielinski que Atlético no perdía contra Boca desde 1981. “La verdad es que no lo sabía”, respondió el técnico, a lo que el cronista le aportó un segundo dato para graficar el tiempo que transcurrió desde entonces: “los goles los hicieron Maradona y Gareca”. Zielinski, un tipo curtido en el fútbol que parece sorprenderse por poco, hizo un ademán de auténtico asombro.

En aquel 1981, Zielinski jugaba como volante central de Argentinos de Quilmes en la vieja Primera B, la segunda categoría de entonces. Faltaba un año para que naciera Mauro Matos, mientras que Juan Mercier ya había cumplido un año y Cristian Lucchetti, el más grande del actual plantel, tenía tres. “Se jugaron pocos partidos pero debemos ser el único equipo que está por encima de Boca”, respondió el arquero cuando le recordaron que Atlético ejerce una sorprendente, pero cada vez más consolidada, paternidad sobre un gigante del fútbol argentino y sudamericano.

Y aunque hay otros clubes que ganaron más partidos de los que perdieron ante Boca (como San Lorenzo, tres equipos mendocinos y hasta Central Córdoba de Santiago del Estero en su viejo paso por los Nacionales de 1967 y 1971), la ventaja que tomó Atlético es mucho más que una racha pasajera: es una costumbre. Ya van 15 partidos en el historial, con siete triunfos del “Decano”, cinco de Boca y tres empates. No cualquier equipo, además, suma dos victorias consecutivas de visita en la Bombonera.

LA SONRISA DEL GOL. Barbona corre feliz tras marcar el segundo. LA SONRISA DEL GOL. Barbona corre feliz tras marcar el segundo.

Un triunfo llama a otro y, como si se tratara de un amuleto de la suerte, Lucchetti invitó el miércoles a su amigo Leandro González para que se diera una vuelta por la cancha de Boca. “Ja, me dijeron que soy un talismán, pero la verdad es que soy un agradecido a la provincia por todo lo que viví”, dijo el autor del 1-0 de Atlético en La Bombonera en febrero de 2016, hoy en Temperley, a la salida de un vestuario visitante en el que un calor insoportable (“esto parece Tucumán”, decían varios) le agregaba mayor épica a la noche.

Aunque sólo pasaron dos años de aquel gol triunfal de González en el arco del Riachuelo, Atlético sólo repitió un titular entre los dos equipos que festejaron en La Bombonera: Bruno Bianchi. También es cierto que Nery Leyes, titular en 2016, entró en los últimos minutos de este miércoles, y que Rodrigo Aliendro, titular en este 2-1, ingresó sobre el final de aquel 1-0, pero el resto de los “héroes” fueron jugadores y hasta técnicos diferentes, lo que da una señal del espíritu ganador que consiguió Atlético más allá de los nombres.

Así como González siempre estará en el recuerdo del “Decano” (y Carlos Vidal por su gol en diciembre de 1976), Gervasio Núñez y David Barbona acaban de ganarse un lugar en el historial de la paternidad. “Uno no es consciente cuando consigue estas cosas, pero con el correr de los días voy a caer. Apenas salió el centro (de Matos) me di cuenta que Leandro (Díaz) no iba a llegar, así que fui a buscar la pelota por el segundo palo”, reconstruyó su obra Núñez, que no convertía desde el 25 de abril de 2018, en el 3-0 a The Strongest por la Copa Libertadores.

Es cierto que desde 1981 hasta 2009 no hubo enfrentamientos, y que ese paréntesis de inactividad volvió de 2010 a 2016, pero no deja de ser sintomático que Atlético encadene desde 1981 lleve seis partidos sin perder contra un rival tan poderoso. “Hicimos un partido inteligente. Empezamos el torneo pensando en el promedio y ahora miramos para arriba, con posibilidades de entrar a la Copa Libertadores, pero vamos partido a partido. No cualquiera viene acá y le gana a Boca”, dijo Zielinski. Y es rigurosamente cierto: Atlético no es cualquiera.

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