A las pedradas, no

Tres sucesos recientes sirven para analizar qué está pasando en el Tucumán preelectoral:

1- José Cano recibió el respaldo y la defensa en el Congreso del jefe de Gabinete de la Nación (informe 101 de Marcos Peña cargado en https://www.argentina.gob.ar/jefatura/informes-al-congreso).

Publicidad

2- Juan Manzur se animó a desautorizar en público a Beatriz Rojkés y, a los pocos días, a llamar a la unidad al peronismo para evitar una derrota.

3- Punteros de dirigentes del oficialismo (los vecinos -y también los funcionarios- saben muy bien quién es la mujer que “maneja” la zona y responde a un sector del Gobierno) agarraron a las pedradas a operarios municipales que iban a acomodar máquinas y el terreno en el barrio Alejandro Heredia para que Germán Alfaro y la troupe opositora pusieran en marcha obras de urbanización.

Publicidad

Los tres hechos dicen mucho sobre varias cuestiones. La primera es que Cano mantiene el apoyo de la Nación. Peña fue increpado en varias oportunidades respecto del tucumano y las denuncias por presuntos hechos ilícitos de colaboradores suyos en Corea del Sur y al líder de los sincorbata no le dio ni la tos. El último día del mes pasado, ante los diputados, la alperovichista Miriam Gallardo le preguntó por “la escandalosa y vergonzosa denuncia” contra el funcionario nacional. Peña respondió: “es una burda mentira, que no tiene ningún fundamento. Espero que se les ocurran mejores ideas para manchar al plan Belgrano y a José Cano, que es un funcionario ejemplar”. Fin de la historia. La Nación ya decretó, al menos por ahora, que el titular del Plan Belgrano es el elegido para que le dispute el poder al peronismo comarcano.

El alpero-manzurismo tomó nota de la jugada y opera en Buenos Aires y en Tucumán, con peronistas y con radicales, para debilitar al enemigo. Hasta “ayudaron” a que se difunda la idea de que algunos radicales quieren que el ex ministro Alfonso Prat Gay sea candidato a gobernador en 2019, apelando a sus ancestros que supieron habitar en estas tierras.

En paralelo, Manzur tercia en un escenario interno complicado. José Alperovich pide pista para volver y amontona su tropa, esa que supo prestarle al mandatario actual para que llegara al cargo y que el médico jamás logró volverla suya. El ex ministro kirchnerista es pícaro y por ello se acomoda entre los que se siente más cómodo para buscar su apoyo, que no son precisamente los peronistas más significativos de estas tierras. Ayer apeló a la mística justicialista pegándole a Alfaro y a Domingo Amaya. Advirtió que el peronismo disidente no existe y que los que van por otro partido no pertenecen al movimiento.

También aprovechó la derrota del PJ en Corrientes, que preocupó al peronismo nacional. Llamó a que en Tucumán se unan todos contra el “villano” de ojos claros que manda desde la Casa Rosada. Así sería e irían unidas las facciones del peronismo oficialista a las PASO y a las elecciones generales. Habrá que ver si los que traccionaron en 2015 para que el gobernador accediera al cargo volverán a hacerlo dos años después, con promesas incumplidas de contratos y recursos para dirigentes y funcionarios. La estrategia del manzurismo incipiente (pareciera comenzar a dejar el prefijo “alpero”) es unificar el voto peronista y el antimacrista. “El peronismo siempre es mejor”, dice el eslogan de los afiches del líder del MUP, Luis Romano, en los que aparece junto a la dupla Manzur-Jaldo. Por ahí camina el armado tucumano, que hojea encuestas que hablan a las claras de un fastidio mayoritario por estas tierras contra la administración nacional. Habrá que ver si es suficiente para imponerse con holgura en los comicios. ¿Y Osvaldo Jaldo? El contador que lleva las riendas de la Legislatura llama a la unidad, mientras teje rupturas para después de octubre. Dentro de dos años habrá lugar para dos y con él son tres...

El tercero de los sucesos recientes es el peor y más peligroso: al ya virulento intercambio verbal en redes sociales y a las campañas de desprestigio vigentes se sumó la violencia física. Mal presagio cuando lo que hay en juego son apenas cuatro cargos. ¿Qué pasará cuando se definan cientos de espacios en 2019 si esta escalada no se frena?

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios