Franco Fagioli, una estrella mundial del canto lírico vuelve a sus raíces

Franco Fagioli, una estrella mundial del canto lírico vuelve a sus raíces

Desde hace unos años, la agenda del contratenor tucumano, entre protagónicos en estrenos de óperas y conciertos en los principales teatros de Europa, no le permitía cantar en su tierra. Ahora llega y con dos obras.

-ENSAYO EN EL COLÓN. Fagioli, concentrado y listo para empezar a cantar. Encarna a Julio César. Fotos de Máximo Parpagnoli.-  -ENSAYO EN EL COLÓN. Fagioli, concentrado y listo para empezar a cantar. Encarna a Julio César. Fotos de Máximo Parpagnoli.-
04 Junio 2017

Falta menos para que Franco Fagioli cante en el San Martín. Ahora está en Buenos Aires porque el martes, en el Teatro Colón, se estrena “Julio César en Egipto” y él es protagonista. El prestigioso contratenor tucumano le cuenta a LA GACETA cómo llegó a la ópera más famosa de Georg Friedrich Händel, en un rol que ya hizo en Zurich, en Oslo y en Copenhague, entre otros escenarios. La ópera -en cuatro funciones- es una de las apuestas más altas en la temporada del Colón, con casting internacional, dirección musical del austríaco Martin Haselböck y dirección musical del argentino Pablo Maritano.

“La puesta es muy colorida; busca mostrar la polaridad entre la cultura egipcia y la cultura romana. Cuenta la llegada de Julio César a Egipto, cuando conoce a Cleopatra. Obviamente es una relectura hacia el modernismo; no lleva trajes de época, pero por supuesto que hay citas en vestuario y en escenografía a las dos culturas que se enfrentan. Lo que relata el texto es juntamente ese enfrentamiento, que provoca chispas, de donde nace el amor. La dramaturgia alterna momentos serios y cómicos”, explica.

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- ¿Cómo te tratan en el Colón?

- Muy bien. Estudié acá, en el Instituto de Arte del Colón; es un gusto reencontrarme con maestros y colegas a quienes admiro. Intento conectar con esa parte, la humana, que me parece muy importante. Acostumbrado a otros idiomas, siento la calidez de que me hablen en porteño.

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- Después venís a Tucumán...

- Estrenaremos “La clemenza di Tito”, la ópera de Mozart (29 de junio, 1, 6 y 7 de julio). La he cantado en Francia, en el mismo teatro donde hice “Semiramide”, de Rossini. ¡Clemenza es hermosa! Lo tiene todo: la trama fantástica, una intriga fabulosa...

- No es habitual la programación de música antigua, menos en Argentina.

- En todos los teatros del mundo tienen al menos un título por temporada que es barroco, es decir siglo XVIII, un Vivaldi, un Pergolesi... Está muy en boga la cuestión barroca. Incluso en Tucumán están surgiendo grupos muy interesantes como La Follia y el Cuarteto Telúrico, y también hay luthiers especialistas en instrumentos antiguos. Se está gestando una movida barroca en Tucumán, ¡y a mí me da una alegría! En su momento dejé unos arcos barrocos allí. Hice una gala de Händel y dejé los arcos a ver si picaba algo. Es interesante ver lo que están haciendo, y son todos músicos jóvenes. Esa es la palabra: hacer. ¿Querés cantar? Cantá. ¿Querés tocar? Tocá.

- ¿Cantar en Tucumán es como en cualquier otro escenario?

- Ir a Tucumán ante todo es para mí la emoción total. No sólo por ver a mi familia sino porque se intentó muchas veces y por agenda nunca podía. Ahora se da esta posibilidad y la verdad es que me emociono de sólo pensarlo. Va a dirigir Alejandro Hasán, y la régie es de Paz y Concepción Perre, que ya trabajaron en puestas anteriores.

- Volvés al teatro San Martín a cantar. ¿Cuándo fue la última vez?

- La última vez canté la Misa en Do Menor de Mozart, con el maestro Ricardo Sbrocco. Después, con el maestro Gustavo Guersman, un concierto de arias, creo que en 2006.

- ¿Cantás música popular contemporánea?

- Sólo con los amigos, cuando hacemos karaoke. Me encantan el tango y el folclore. Hay algunas zambitas hermosas, pero bueno, no sé, tal vez en un recital con piano estaría bueno meter un bis con un tango.

- ¿Salís de noche?

- No tanto. Trabajar y trasnochar no da. Al otro día no tenés voz. El instrumento está dentro de uno y hay que cuidarlo. Decirle cada día: ¿cómo estás hoy? ¿Querés vocalizar? Con mucho respeto. Hay que estudiar y trabajar para hacer lo mejor que se puede.

- ¿Cómo cuidás la voz?   

- Antes de ser cantantes, somos personas y como tales, tenemos que vivir. A veces te cuidaste, pero igual te resfriás. Obviamente cuidarse de los cambios de clima, dormir bien. Y rezar. Mucho.

- En el San Martín todos van a buscarte en el backstage.

- Sí. La ópera es hermosa, tiene unos coros divinos que va a cantar el Coro Estable, una garantía.

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