Por Roberto Espinosa
12 Abril 2017
MUY BUENO
PRODUCTORES: Santiago Arias y Sebastián Castro. GENERO: Folclore. DURACIÓN: 37’. SELLO: Unión de Músicos Independientes.
Unos acordes se estiran en la sombra. Se despereza un pañuelo en las arrugas. La falda al viento pestañea una cadencia en el patio. La seducción hechiza los gestos de una pareja. Debajo de la morera, un bandoneón y una guitarra conversan una zamba. Santiago Arias y Sebastián Castro están desandando el corazón de la pieza de Virgilio Carmona. “Criollo” se llama este cedé, premiado por el Fondo Nacional de las Artes, que reúne once piezas del noroeste argentino (zambas carperas y lentas, bailecitos, chacareras y gatos). Fraseo, expresividad, gracia, sentimiento, nostalgia, picardía, se cuelan en el “fueye” decidor de Arias, que luce también sus dotes de buen cantor en La huarmillita. No se queda atrás su cumpa Castro, cuya guitarra se hermana sutilmente y a la perfección con el bandoneón. Juan del Monte, La Tunera, Tacita de Plata, Suncho Corral, Caminito amigo, Solís Pizarro, El coqueto, Al Jardín de la República, Zamba lejana, despabilan las alpargatas y hacen bailar el paisaje. Arreglos imaginativos recrean estas piezas tradicionales de nuestra música nativa. Tocando con toda el alma, este dúo se pasaría la vida entera.
PRODUCTORES: Santiago Arias y Sebastián Castro. GENERO: Folclore. DURACIÓN: 37’. SELLO: Unión de Músicos Independientes.
Unos acordes se estiran en la sombra. Se despereza un pañuelo en las arrugas. La falda al viento pestañea una cadencia en el patio. La seducción hechiza los gestos de una pareja. Debajo de la morera, un bandoneón y una guitarra conversan una zamba. Santiago Arias y Sebastián Castro están desandando el corazón de la pieza de Virgilio Carmona. “Criollo” se llama este cedé, premiado por el Fondo Nacional de las Artes, que reúne once piezas del noroeste argentino (zambas carperas y lentas, bailecitos, chacareras y gatos). Fraseo, expresividad, gracia, sentimiento, nostalgia, picardía, se cuelan en el “fueye” decidor de Arias, que luce también sus dotes de buen cantor en La huarmillita. No se queda atrás su cumpa Castro, cuya guitarra se hermana sutilmente y a la perfección con el bandoneón. Juan del Monte, La Tunera, Tacita de Plata, Suncho Corral, Caminito amigo, Solís Pizarro, El coqueto, Al Jardín de la República, Zamba lejana, despabilan las alpargatas y hacen bailar el paisaje. Arreglos imaginativos recrean estas piezas tradicionales de nuestra música nativa. Tocando con toda el alma, este dúo se pasaría la vida entera.
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