Frente a la inflación, algunos sacrifican calidad del producto

Frente a la inflación, algunos sacrifican calidad del producto

18 Diciembre 2016
La migración desde marcas líderes a marcas propias de los supermercados, al momento de adquirir productos de consumo masivo, es uno de los fenómenos más notorios que exhibieron los compradores argentinos durante 2016. También se consolidó, en un año que cerrará con una inflación cercana al 40% anual, la búsqueda exhaustiva de ofertas y de promociones en los supermercados, tanto minoristas como mayoristas.

Este conjunto de estrategias restrictivas, según explicó Patricia Sosa, directora comercial de CCR, impactaron en el nivel de consumo de la economía, que finalizará el año con una marcado retroceso.

La especialista subrayó que los consumidores de los sectores medios y altos consolidaron su elección de marcas propias por la relación precio-calidad. “Ambos segmentos la adoptaron este año. En cambio, los consumidores de bajos ingresos, que no acceden a las marcas propias de los súper, optaron por las marcas más económicas o de segunda calidad. Son ‘economicistas’ y saben que sacrifican calidad”, señaló durante una entrevista con DINERO.

Por otro lado, Sosa afirmó que, si bien los supermercados traccionan sus ventas mediante ofertas y descuentos, los compradores sólo adquieren lo que les conviene. “Este año se consolidó la compra racional e inteligente. Los consumidores van con anteojeras e incluso con la calculadora en la mano”, insistió la experta.

Además, recalcó el auge que tuvieron, este año, los supermercados mayoristas. Los compradores acudieron a estos comercios con la intención de adquirir productos para stockearse ante el avance de la inflación. “Seis de cada 10 personas, que compraran en mayoristas, son consumidores finales, es decir pequeños compradores”, advirtió.

Por último, Sosa proyectó que el consumo masivo seguirá deprimido en el inicio de 2017. “En el primer trimestre, por las vacaciones, no habrá grandes cambios. Para el segundo trimestre, dependiendo de las medidas económicas que se adopten, podría haber una leve recuperación del consumo. Sin embargo, aunque las cosas mejoren, la compra inteligente seguirá”, concluyó Sosa.

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