La familia de Valentín busca apoyo para que los viajes a Tucumán sean en avión

La familia de Valentín busca apoyo para que los viajes a Tucumán sean en avión

Tras 27 horas de tren, el pequeño que recuperó la posibilidad de caminar gracias a las prótesis creadas por tucumanos, regresó a Buenos Aires. El pedido de sus padres.

DE NUEVO EN CASA. Valentín, tras bajar del tren que lo trajo de Tucumán. FOTO GENTILEZA DIARIO CLARÍN / DARÍO BATALLÁN DE NUEVO EN CASA. Valentín, tras bajar del tren que lo trajo de Tucumán. FOTO GENTILEZA DIARIO CLARÍN / DARÍO BATALLÁN
05 Septiembre 2016
Valentín, el niño que sufrió la amputación de sus dos piernas y recuperó el caminar gracias a las prótesis creadas por dos tucumanos, llegó ayer a Buenos Aires luego de 27 agotadoras horas de viaje en tren. 
No será el último viaje de la familia de "Valen" a nuestra provincia, ya que deberán volver para los retoques y algunos cambios. Por eso en estos días los Benítez comenzaron otra lucha: no tienen obra social y buscan una con un centro de rehabilitación. También esperan conseguir apoyo para que los viajes a Tucumán sean en avión ya que los traslados ida y vuelta de unas 54 horas (ida y vuelta en tren), si bien son muchísimo más económico que otro transporte, resultan agotadores para un nene tan pequeño.
"Las medias de siliconas salen $ 300 cada una, las rodilleras, $ 350. Y él, luego de varios años, comenzó a recibir una pensión que no supera los $ 3 mil", contó la mamá de Valentín cuando se le consultó sobre los apoyos oficiales que recibía. "Teníamos una plata que nos había dado el Senado y la utilizamos ahora", dijo Karina en una nota reproducida por el diario Clarín.
su caso tomó notoriedad luego de que LA GACETA contara su historia. A los 3 años fue diagnosticado con una enfermedad conocida como púrpura fulminante que obligó a que le cortaran las piernas por debajo de las rodillas y los dedos de ambas manos, en diferentes medidas. Luego comenzó la batalla de los papás para conseguir las prótesis. Lograron unas del Gobierno sin demasiados resultado, le lastimaban. Las arreglaron, pero el chico nunca se sintió cómodo. 
En 2015 volvieron a operarlo y usó las prótesis por última vez en marzo y abril de este año. Comprar unas nuevas, por el alto costo, se les hizo cuesta arriba. Hasta que desde Tucumán el ingeniero Edgardo Karschti ofreció su ayuda tras ver en Facebook el pedido desesperado de los padres. Y no lo dudó: diseño prótesis con impresora 3D en conjunto con los estudiantes de ingeniería biomédica Andrés Godoy y María José García Cabello. Por si fuera poco, en forma gratuita.
Ahora el nuevo desafío de la familia Benítez es lograr conseguir apoyo para que los viajes a Tucumán sean en avión y, por supesto, logran tener una obra social para ayudar al pequeño.

Valentín, el niño de ocho años que sufrió la amputación de sus dos piernas y recuperó la posibilidad de caminar gracias a las prótesis realizadas con una impresora 3D creadas por tucumanos, llegó ayer a Buenos Aires luego de 27 agotadoras horas de viaje en tren. En el andén 9 de Ferrocarril Mitre, en Retiro, fue recibido por sus abuelos, que vieron con emoción al pequeño. 

Sin embargo, este no será el último viaje de la familia de "Valen" a nuestra provincia, ya que deberán volver para los retoques y algunos cambios. Por eso en estos días los Benítez comenzaron otra lucha: no tienen obra social y buscan una con un centro de rehabilitación. También esperan conseguir apoyo para que los viajes a Tucumán sean en avión ya que los traslados ida y vuelta de unas 54 horas (ida y vuelta en tren), si bien son muchísimo más económico que otro transporte, resultan agotadores para un nene tan pequeño.

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"Las medias de siliconas salen $ 300 cada una, las rodilleras, $ 350. Y él, luego de varios años, comenzó a recibir una pensión que no supera los $ 3 mil", contó la mamá de Valentín cuando se le consultó sobre los apoyos oficiales que recibía. "Teníamos una plata que nos había dado el Senado y la utilizamos ahora", dijo Karina en una nota reproducida por el diario Clarín.

Su caso tomó notoriedad luego de que LA GACETA contara su historia. A los 3 años fue diagnosticado con una enfermedad conocida como púrpura fulminante que obligó a que le cortaran las piernas por debajo de las rodillas y los dedos de ambas manos, en diferentes medidas. Luego comenzó la batalla de los papás para conseguir las prótesis. Lograron unas del Gobierno sin demasiados resultado, le lastimaban. Las arreglaron, pero el chico nunca se sintió cómodo. 

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En 2015 volvieron a operarlo y usó las prótesis por última vez en marzo y abril de este año. Comprar unas nuevas, por el alto costo, se les hizo cuesta arriba. Hasta que desde Tucumán el ingeniero Edgardo Karschti ofreció su ayuda tras ver en Facebook el pedido desesperado de los padres. Y no lo dudó: diseño prótesis con impresora 3D en conjunto con los estudiantes de ingeniería biomédica Andrés Godoy y María José García Cabello. Por si fuera poco, en forma gratuita.

Ahora el nuevo desafío de la familia Benítez es lograr conseguir apoyo para que los viajes a Tucumán sean en avión y, por supesto, logran tener una obra social para ayudar al pequeño.

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