Cuaderno Laprida: un libro soñado, compilado y editado por dos tucumanos

Cuaderno Laprida: un libro soñado, compilado y editado por dos tucumanos

ORGULLOSOS. Ramos Signes y Estefan encararon su obra a pulmón.  LA GACETA / FOTO DE ANA DANERI. ORGULLOSOS. Ramos Signes y Estefan encararon su obra a pulmón. LA GACETA / FOTO DE ANA DANERI.
03 Julio 2016
“El escritor tucumano David Lagmanovich sube a un taxi. El chofer, Francisco Narciso de Laprida, va recitando el ‘Poema conjetural’ de Jorge Luis Borges mientras conduce. Es posible que el destino sea la Casa de la Independencia. Es posible, también, que sea un viaje que los lleve a 1816. En el año del Bicentenario, y en Tucumán, todo es posible.”

Así presentan su obra Rogelio Ramos Signes y Julio Estefan: una antología donde 72 escritores de todo el mundo recrean esa historia apelando a cuanto recurso permitan los microrrelatos: reescritura, humor, fantasía, solemnidad, oráculos... Se trata de “Cuaderno Laprida” y estará en la calle el 7 de julio, dos días antes del gran festejo, resalta Estefan. La tapa lleva un dibujo del artista César Carrizo. Publica la editorial tucumana La aguja de Buffon.

“Siempre me gustó el microrrelato ‘Laprida’, de David -cuenta Ramos Signes- y en 2008 hice mi versión. Años después me enteré de que el escritor santiagueño Antonio Cruz había escrito la suya. Inmediatamente pensé convocar otros escritores y armar un dossier para alguna revista literaria. Pero ese día estaba con Julio, escritor y editor siempre alerta, y...”.

“Ahí aparezco yo- toma la posta Estefan-. ‘Qué dossier... ¡hagamos un libro!’, dije. Rogelio propuso una convocatoria abierta y recibimos más de 120 textos. Fue arduo, pero muy placentero, seleccionarlos”.

Apostaron por esta quimera y el placer se les nota; y que tanta gente se haya movilizado los maravilla. “El 50% son autores argentinos; y de ellos la mitad son tucumanos. Pero el otro 50% llegó de lugares impensados: España, Costa Rica, México, Cuba, Chile, Venezuela, Canadá, Australia, Noruega...”, detalla Ramos Signes.

“Nos jugamos por esta idea sin la mínima ayuda; esperamos que la gente se entusiasme porque es muy entretenido- contó Estefan-. Y también está llamado a ser material de clases de Literatura y de talleres de lecto-escritura. ¡Son las infinitas posibilidades del minimalismo!”

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios