La prevención, estrategia a largo plazo contra el cáncer

La prevención, estrategia a largo plazo contra el cáncer

Nos hemos acostumbrado, en general, a asociar la palabra cáncer con muerte. Y sería muy importante dejar de hacerlo. La muerte suele ponernos ante una situación de inevitabilidad, que más paraliza que motiva a actuar. Y actuando, haciendo, tomando el rumbo de la salud en nuestras manos se puede superar, y hasta evitar, esta temida enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud ha sido muy clara al respecto. “Al menos un tercio de todos los casos de cáncer pueden prevenirse. La prevención constituye la estrategia a largo plazo que resulta más eficaz en la relación costo beneficios para el control del cáncer”, afirma. Este es un mensaje que tiene doble destinatario: por un lado están los Estados nacionales que son los responsables de llevar a cabo las campañas preventivas con información y accesibilidad a los medios necesarios de control y diagnóstico. Por otro lado está la sociedad. Y tal vez esta sea la parte más difícil porque depende de una elección personal.

La prevención de cualquier tipo de cáncer o de la mayoría pasa por la modificación de hábitos. Por ejemplo, es sabido que la buena salud exige dejar de fumar, moderar, restringir o eliminar el consumo de alcohol, cambiar una alimentación que no resulte sana, evitar el sobrepeso y la obesidad, realizar actividad física con frecuencia y en forma sistemática. Lo mismo, es fundamental que el Estado no deje de educar a la población en este aspecto, y que facilite la concreción de estos cambios a quienes están dispuestos a llevarlos a cabo.

Pero hay algo más importante todavía: hay dos tipos de cáncer que se pueden evitar si se hacen pruebas o rastreos a tiempo. Se trata del cáncer cervical o de cuello de útero y el cáncer de colon o colorrectal. Para ambos casos se cuenta con estudios que permiten anticiparlos. Es decir, impedir que se produzcan. Además esos estudios se pueden realizar en forma gratuita en los hospitales públicos y en los CAPS. También, por supuesto, en establecimientos sanitarios privados. Pero no tener obra social no es un problema. Así lo destacó en una reciente nota publicada en nuestro diario el titular del Servicio de Oncología del Hospital Centro de Salud, Juan José Zarbá.

Erika Stegmayer, responsable del programa nacional de prevención y detección del cáncer colorrectal explicó que este puede evitarse ya que muchos años antes de que un cáncer de colon se declare suelen aparecer unas lesiones en el intestino grueso. Se trata de un crecimiento anormal de células que es llamado adenoma. Para detectarlo basta un simple rastreo de sangre oculta en materia fecal. Esto se puede hacer en el hospital o en un CAPS..

En el caso del cáncer cervical, la primera prevención es la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ya que si este no aparece, no se producirá cáncer en el cuello del útero. Pero si ya pasó la edad de colocarse la vacuna, lo que hay que hacer es un análisis para buscar la presencia del VPH. En los centros asistenciales públicos esto se hace a través de un programa nacional de salud, vigente en Tucumán, que consiste en un método muy sencillo de auto toma de la muestra. Se hace en todos los CAPS. Si los resultados dan positivo, se tratan las lesiones causadas por el VPH y se aleja totalmente la posibilidad de contraer cáncer.

En estos dos casos, claramente, la salud depende de cada persona interesada en ponerle freno a ese mal que todos insisten en asociar con la muerte.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios