En un rápido y violento golpe, asaltaron una panadería y se llevaron $ 30.000

“Estuvieron encañonándonos unos 10 minutos; pero para mí fueron horas. Fue una película de terror”. Así describió Juan José Rodríguez (38) la situación que vivió ayer, cuando cuatro sujetos fuertemente armados entraron a su panadería, en avenida Francisco de Aguirre al 800 y, tras amenazarlos de muerte a él y a sus empleados, se llevaron un botín de $ 30.000.

El hecho ocurrió a las 6.15, cuando Rodríguez abría las puertas del local, antes del horario de atención al público, para que se retiren los trabajadores que por la noche amasan y hornean el pan. “Todavía estaba oscuro cuando entraron cuatro ladrones fuertemente armados. Nos redujeron a mí y a cuatro empleados, nos llevaron a una habitación donde se elabora el pan y nos robaron todo lo que teníamos encima. Nos decían que nos iban a matar”, relató Rodríguez a LA GACETA.

El comerciante dijo que los delincuentes eran todos jóvenes y actuaron a cara descubierta. “Se llevaron $ 30.000 en efectivo que venía juntando en la semana para pagarle a proveedores, además de celulares, billeteras y otros elementos personales”, detalló. Agregó que a la hora del asalto su esposa, Luciana Aranda, y una empleada, estaban en otro sector y lograron esconderse en un baño sin ser descubiertas por los delincuentes. “Por suerte no les hicieron nada. A mí me patearon en el piso para quitarme el dinero que tenía, pero a los empleados no los golpearon. Estamos todos bien, solamente asustados”, acotó.

La víctima indicó que los delincuentes “aparentemente se movilizaban en un vehículo que los esperaba en la esquina”. Según Rodríguez, llamó al 911 minutos antes de las 6.30, pero que la Policía llegó una hora más tarde. “Vinieron dos agentes en una moto particular, porque dicen que en la seccional 5ª, de la que depende la seguridad en toda la zona norte de la ciudad, no tienen un móvil. Además, las armas que tenían parecían de juguete en comparación con las que llevaban los delincuentes que nos asaltaron. Este barrio es tierra de nadie por la inseguridad”, se quejó. El comerciante confirmó que no es la primera vez que sufren un asalto en el local. “Con mi hermano abrimos la panadería en 2010 y desde entonces hemos sido asaltados cinco o seis veces, es decir que nos roban por lo menos una vez al año. Así es muy difícil seguir”, resumió.

Zona insegura

Josefina Vita (95), quien es abuela de la víctima y vive desde hace 50 años en la segunda planta del inmueble donde funciona la panadería, advirtió que “nunca antes la zona fue tan insegura como ahora, sobre todo desde que comenzó a agrandarse el asentamiento que está en la zona del canal Norte (que corre paralelo a la avenida Francisco de Aguirre)”.

Por su parte, Ángel Juárez, dueño de un negocio de venta de lubricantes y repuestos para autos ubicado a metros de la panadería asaltada, señaló que “en la zona el delito no para de crecer y la Policía no da abasto”. Dijo que abrió el negocio hace cuatro años y que sufrió varios robos. “La última vez entraron y se llevaron baterías de autos. Acá trabajamos con miedo, mirando para afuera permanentemente y con un palo cerca por su aparece un ladrón”, afirmó.

Daniel Frías, quien atiende una gomería ubicada en Junín y Francisco de Aguirre, a media cuadra del lugar donde se produjo el asalto, sostuvo que “por la inseguridad ya no se puede ni estar en la parada de ómnibus, sobre todo de noche, porque no hay buena iluminación”.