"Felices los niños": La ironía que dio de qué hablar en Tucumán

El miércoles a la mañana algunas calles de la ciudad amanecieron con unos dibujos de unos niños con la cabeza agachada y colgados de unos globos. En una de las intervenciones, además de la ilustración había un grafitti con la leyenda: "a esos hay que matarlos de chiquitos".

Las imágenes, que están en calles Mendoza, Bernabé Aráoz, Avellaneda y Bolívar, causaron impacto en algunos tucumanos que las empezaron a compartir por las redes sociales y a especular por sus significados. LA GACETA subió una nota al respecto y en los comentarios de los lectores había todo tipo de interpretaciones: desde personas que estaban indignadas y horrorizadas; a otras que la entendían como una manifestación artística y una crítica social.

La autora de los stickers (es una técnica de arte callejero en la que se imprime o se dibuja sobre una superficie adhesiva, generalmente diseños en serie, para pegarse en las calles), Sofía Jatib, habló con este diario y explicó de qué se trataba su obra. "Es parte de mi trabajo final del taller de grabado de la facultad de Artes (UNT). No quería hacer la típica muestra y como ya había hecho stencils y tenía experiencia en el arte callejero, me decidí hacer esto. Los pegué el martes a la noche y les di un mapa a mis profesores para que sigan el itinerario de la obra", explica la artista que se sacó 10 en este trabajo.

La obra se llama "Felices los niños" y es un dibujo que creó algunos años atrás. "El título lo saqué de la fundación del padre Grassi, que tenía ese nombre. En ese lugar ocurrieron un montón de abusos, perpetuados por el mismo padre, esa idea me hacía mucho ruido y quise jugar con la ironía de esas dos realidades, por un lado la inocencia de los niños y esa imagen idílica que hay de ellos y por otro la crueldad que sufren", detalla Jatib, que explica así por qué sus ilustraciones son "aniñadas".

"La frase no es mía. La escuché muchas veces referidas a los chabones que roban, llegué a escuchar que es mejor matarlos de chiquitos. Un caso de ahora es el de Rafael Nofal y Miguel Ángel Cejas, la gente estaba feliz con que hayan asesinado a alguien por robar un lavaropas, me pareció tremendo. Vi que algunas personas se horrorizaron por los stickers pero festejan que maten a un ladrón en un intento de robo. Hay muy poco valor de la vida de los niños de algunos sectores sociales".

Otra idea que inspiró a la artista fue un Twitter de la diputada israelí Ayelet Shaked que definía a los niños de gaza como pequeñas serpientes y que lo mejor que se podía hacer era matar a sus madres, para que no críen más "asesinos". "Entonces están estas dos realidades, por un lado la niñez como algo puro e idílico y después la otra, que es invisibilizada por esta imagen del niño tierno", enfatiza Jatib.  La unión de estas dos ideas dieron como resultado final el trabajo de la artista. "Para mi las cosas que impactan son las que nos quedan grabadas, las que nos acordamos", concluye, mientras su obra sigue haciendo eco.