No hay máquina ni tecnología que reemplace al equino

No hay máquina ni tecnología que reemplace al equino

27 Agosto 2014
La Fundación Liana de Concepción nació en 2011. La impulsora de este proyecto es Sara Lía Rojas, una docente de artes plásticas. Como es madre de una joven con capacidades especiales, esta maestra se preguntaba por qué en todo el sur de la provincia no había un lugar de recreación para estos chicos.

Así surgió la idea de crear una ONG. Más tarde se le ocurrió incorporar la equinoterapia. A Sara Lía le encantan los caballos, así que empezó a hacer cursos para especializarse en la disciplina y tiempo después empezó a adquirir los caballos. “Es una terapia alternativa muy buena para chicos con capacidades especiales, ya que produce unos 120 a 180 estímulos por minuto. No hay máquina ni tecnología que pueda generar eso”, detalló.

Según contó, la fundación se sustenta gracias a los socios que colaboran con cuotas mensuales. Este dinero sirve para darles de comer a los caballos y para pagarles a los cuidadores.

“Al principio nos prestaron este predio en el que funcionamos, pero lamentablemente ahora lo necesitan. Aquí dictamos talleres tres veces a la semana: los martes, los viernes y los sábados”, detalla. Las jornadas duran tres horas: tienen taller de artesanía y plástica, luego viene la equinoterapia y al final la merienda.

“La mayoría de los chicos que asisten a Liana son alumnos de Jeuco (Jóvenes Especiales Unidos de Concepción). Una combi de esta entidad los lleva hasta el predio de la fundación y luego los retira. Los sábados ayudamos a niños con distintas patologías que llegan desde localidades del sur, Los chicos se desesperan por venir, se enamoran de los caballos”, resaltó Rojas.

En la entidad necesitan, además de un terreno que les puedan prestar, voluntarios y ayuda económica para el cuidado de los animales. Los que quieran ayudar, pueden contactarse a través del sitio que la Fundación Liana tiene en facebook.

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