Los “gamers” tienen ahora una buena excusa para pasar horas jugando videojuegos. Un reciente estudio reveló que esta práctica aporta beneficios a la salud, tales como mejorar la memoria o la inteligencia.
La investigación estuvo a cargo de un grupo de expertos del Instituto Max Planck para la
Universidad de Medicina de Saint Hedwig-Krankenhaus, y los resultados han sido publicados por
Nature Publishing Group.
El principal objetivo del trabajo era determinar en qué medida afectan los videojuegos a la plasticidad estructural del cerebro, es decir, a su capacidad de física de cambio.
Para eso, los expertos realizaron un experimento a un grupo de 23 adultos de un promedio de edad 24 años. Los voluntarios tuvieron que jugar Super Mario 64 durante media hora todos los días y durante dos meses.
Al cabo de ese lapso, estos sujetos fueron comparados posteriormente con otro grupo de personas que, durante el mismo tiempo, no habían jugado a ningún videojuego.
La conclusión de los resultados fue que los jugadores tuvieron un significativo aumento de materia gris en tres áreas del cerebro, mientras que el otro grupo no reportó cambios.