"El mundo vive transformaciones históricas"

"El mundo vive transformaciones históricas"

El analista internacional afirma que la fe es clave para encontrar el sentido de las cosas en un contexto de revolución tecnológica

UN POCO DE CALMA. Castro, que presentó en Tucumán su libro sobre Benedicto XVI, afirmó que el Papa Emérito tomó una decisión correcta. LA GACETA / FOTOS DE ENRIQUE GALINDEZ UN POCO DE CALMA. Castro, que presentó en Tucumán su libro sobre Benedicto XVI, afirmó que el Papa Emérito tomó una decisión correcta. LA GACETA / FOTOS DE ENRIQUE GALINDEZ
10 Marzo 2013
Cuando se le pregunta a Jorge Castro si es creyente, él responde con uno de los pensamientos de Pascal; aquél que plantea que el sólo hecho de preguntar por Dios implica ya haberlo encontrado. Por eso, no resulta extraño que los intereses y las reflexiones de este intelectual, abogado y analista internacional que fue funcionario de la presidencia de Carlos Menem pongan el énfasis en este trípode: el diálogo entre fe, razón y verdad. De paso por Tucumán, donde presentó en la Unsta su último libro, "Dios en la plaza pública. Benedicto XVI: política y cultura en la era de la globalización", Castro habló con LA GACETA de Joseph Ratzinger, de la Iglesia que en su criterio se viene, del acuerdo Irán-Argentina y, en menor medida, de Venezuela. Hugo Chávez no había muerto todavía (la entrevista fue el lunes, un día antes del fallecimiento del líder bolivariano. Pero en su síntesis ya se anticipaba la desaparición de Chávez como "un dato central para la región"). "Lo que está en marcha en Venezuela es un enorme vacío de poder, donde el Ejército bolivariano cumple un papel fundamental, y donde Chávez fue el personaje central. No hay nadie debajo de Chávez. Con la desaparición física de Chávez, el chavismo deja de ser una alternativa al liderazgo de Brasil en la región", se adelantó Castro en su charla con este diario.

En "Dios en la plaza pública.....", libro que se editó a fines del año pasado, y que tras la renuncia de Benedicto XVI cobra particular vigencia, Castro destaca el papel conscientemente político e histórico que asumió Ratzinger al frente del Papado. " El pensamiento y la propuesta de Benedicto se refieren a la época de la globalización, de la revolución de la técnica, de cómo enfrentar un mundo secularizado. Precisamente por eso, el diálogo entre la fe, la razón y la verdad constituye el núcleo del siglo XXI. En Cáritas in Veritate, Benedicto identifica que la globalización tiene características tecnológicas y un significado económico. Pero el sentido profundo de la globalización no está en lo económico ni en lo técnico, sino en la unidad de la familia humana", afirma Castro, en su análisis del pensamiento del papa Emérito.

- ¿Cómo se imagina Benedicto XVI esa sociedad mundial?

- Surge la unidad de los distintos pueblos del mundo alrededor de una autoridad política común. El piensa en el G-20 porque se unen los grandes protagonistas de la época, los países avanzados y los países emergentes, entre los cuales están China, India y Brasil. Para Benedicto XVI, el Grupo de los 20 es un fenómeno histórico extraordinariamente relevante, porque es el esbozo de lo que puede llegar a ser la base estructural de esta autoridad mundial. La base de esta sociedad es el mundo de internet, la revolución de la técnica, del mundo hiperconectado, y la Iglesia cumple un papel fundamental, no critica ni mucho menos rechaza la técnica ni el progreso; ni siquiera rechaza el poder. Lo que le reclama a la revolución de la técnica y al poder es la pregunta referida al sentido de las cosas, a su razón de ser, porque sostiene que hay una razón de fines en la que se funda la razón instrumental. Y la secularización es un problema central de la época, porque es el mundo cultural de la revolución de la técnica.

- ¿Por qué Benedicto XVI, siendo un hombre tan político y racional termina renunciando al papado?

- Justamente, usted lo dice. Porque es un hombre político y que da muestra de su racionalidad, él dice que el mundo vive transformaciones de carácter histórico; que para propagar la fe en este mundo es necesario un hombre que esté en condiciones físicas e intelectuales para llevar el mensaje de la fe; un mensaje esencialmente político en las condiciones del Siglo XXI. Porque Benedicto no cree que la política en el mundo de hoy sea sinónimo de puja por el poder, de lucha por el poder. - ¿Cuál es el Papado que se viene? - Cada Papado responde a una época histórica determinada, y esta es la de la sociedad mundial, la de la secularización, la del diálogo con las grandes religiones, sobre todo con la fe islámica. Precisamente, Benedicto XVI tiene un enorme respeto por la gran religión islámica. Sobre todo, lo que respeta es la importancia que le da a la fe en la vida cotidiana de los hombres y de la familia. El se dirige a los intelectuales del mundo islámico como alguien que va más allá del catolicismo. Es un intelectual que les dice: "tenemos que ponernos de acuerdo en la relación entre la fe y la razón". La fe islámica, les dice, tiene que hacer lo que en su momento hizo la fe cristiana; se puso de acuerdo críticamente con el iluminismo, que fue el signo de una época... Kant. No se lo puede negar, hay que establecer un diálogo necesario entre fe y razón. Y añade: "es imprescindible que nos pongamos de acuerdo en esto; para la fe islámica y para la cristiana, la violencia no puede ser un instrumento de propagación de la fe". - ¿Qué puede surgir del inminente cónclave?. - No hay que descartar un papa latinoamericano, negro, asiático o estadounidense. La Iglesia católica norteamericana es una de las más pujantes del mundo; es la más creadora de las iglesias católicas en lo que se refiere a las vocaciones sacerdotales, la que más redes de universidades católicas tiene en el mundo; y eso tiene que ver con la sociedad norteamericana que, aunque se funda en la separación de la Iglesia y del Estado, que es el punto de partida del mundo moderno, se funda en un sistema político cuya legitimidad es profundamente religiosa. Es Lincoln, es Jefferson, es el dólar, con la inscripción In God we trust (en Dios confiamos). A este papado le toca la sociedad mundial, el impulso a una autoridad mundial, el diálogo con el Islam. Y profundizar el diálogo entre fe, razón y verdad. - ¿ Cómo analiza usted el acuerdo con Irán? - El dato fundamental del acuerdo entre Irán y la Argentina es que responde a la iniciativa del gobierno iraní, y no del gobierno argentino. Y que además, este ofrecimiento del régimen iraní se produce en el siguiente contexto: en noviembre de 2012 el gobierno iraní, de manera unilateral ha reducido en un 20% el stock de uranio enriquecido, que es el material que se usa para fabricar la bomba atómica. Lo puso de inmediato en conocimiento de la Agencia Internacional de Energía, y lo hizo nuevamente en la primera semana de febrero. En junio hay elecciones presidenciales en Irán. Mahmoud Ahmadinejad vence su mandato y no puede ser reelegido. Los dos candidatos han dicho que, en caso de ser electos, están dispuestos a un acuerdo con la comunidad internacional sobre el programa nuclear. Recuerde que George Bush definió un eje del mal que había que derrotar: Irak, Irán Corea del Norte, que se ha transformado en potencia nuclear; y lo que queda es Irán. Pero el eje del mal estaba definido por un EEUU que no existe más, que ejercía la unipolaridad hegemónica; y eso terminó en 2008, con la crisis financiera. Al acuerdo Irán-Argentina hay que colocarlo en este contexto. Para Irán, el problema principal es su programa nuclear y su relación con la comunidad internacional. -¿Por qué Argentina se sube a ese barco? - No sabría decir. Tanto Néstor como Cristina, las decisiones que tomaron y y toman en materia de política exterior lo hacen subordinadas a las necesidades de política doméstica; toman decisiones según sus necesidades de acumulación de poder interno. El enorme impacto interno que ha tenido este acuerdo, tiendo a pensar que se debe más a la necesidad de credibilidad en este sistema de poder; la movilización del 8 N, el amotinamiento de la Gendarmería, los dos paros, la tasa de inflación del 25 % anual. Acá, el dato fundamental es que es Irán el que propone el acuerdo, y donde la cuestión fundamental es el tema nuclear. En 2013, todo indica que se llega a un acuerdo o a una ruptura. Y en la Argentina tiene abierto un frente de conflicto que debe resolver.

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