Un informe de la Secretaría de Inteligencia dice que Marita estuvo secuestrada en La Rioja

"En lo que respecta a María de los Ángeles Verón (quien originariamente residía en la provincia de Tucumán), la misma habría sido llevada a La Rioja, durante octubre de 2002, por el 'Chenga' (no 'Chenca' como lo menciona el oficio de referencia), y un colaborador de sobrenombre 'El Chuño'".

La referencia al supuesto destino de Marita Verón figura en un informe de la Secretaría de Inteligencia de la Nación (ahora llamada SI; antes se decía SIDE), que fue incorporado al juicio que se lleva adelante contra 13 imputados por el secuestro y la promoción de la prostitución de la joven tucumana, desaparecida el 3 de abril de 2002.

La fiscala Joaquina Vermal, que investigó la causa hasta su fallecimiento, había solicitado al entonces secretario de Inteligencia de la Nación Miguel Ángel Toma, que los espías de la Nación corroboraran las versiones que habían llegado a la Justicia. El 4 de agosto de 2003 se emitió un informe, que fue adjuntado en el expediente (consta en las fojas 2.670 a 2.674) y que el martes se incorporó en el juicio oral.

Integrantes de una red

"La responsable del cabaret 'Caricias', también conocido como 'Mimus', sería María Azucena Márquez", dice el informe de Inteligencia, al comenzar a analizar las propiedades y actividades que realizaban algunos de los imputados. Márquez, a quien algunas testigos nombraron como "Doña Claudia", es una de las acusadas por la desaparición de Marita.

Los espías de la Nación consideraron que Márquez era testaferro de Lidia Irma Medina, señalada como la persona que compró a Marita para obligarla a ejercer la prostitución en sus boliches. "Conocida en el ambiente como 'Liliana', dirigiría la denominada 'red de prostitución de la provincia'. La mencionada red tendría también accionar en la provincia de Catamarca", versa en el informe. A Medina le adjudican la propiedad de los locales "Candi" y "Desafío", y en forma encubierta de "Candilejas" y "Caricias". Gonzalo José Gómez, uno de los hijos de Medina y apodado "El Gordo", habría sido el propietario de "Candilejas". Su hermano mellizo es José Fernando "Chenga" Gómez. "Es un personaje conflictivo y de permanente enfrentamientos con otras bandas dedicadas al negocio de la prostitución y es secundado por 'Chuño' y el 'Pájaro Rosas', quienes en oportunidad de conocerse la denuncia televisiva desaparecieron del territorio provincial", redactaron los investigadores sobre "Chenga" Gómez. En el informe se deja consignado que los integrantes de esta red de prostitución utilizaban seudónimos, apodos, nombres y documentos que no coincidían con los reales, lo cual dificultaba su identificación.

Esa afirmación estaría corroborada en registros judiciales, policiales y en las relaciones comerciales con empresas de servicios público y privado. Incluso, se menciona que en un viaje que hicieron Medina y "Chenga" a Corrientes, regresaron con un número no determinado de DNI en blanco.

Sin salida

En el ambiente, según las averiguaciones de los espías, Marita era conocida como "Ángela" o "Ale", y que trabajaba vigilada por "Chenga" y por "El gordo carnicero" y "Alexis", empleados de Márquez y Medina, quienes le impedían todo tipo de salidas. "Exclusivamente podía residir en casa de alguno de ellos y en forma rotativa, a los efectos de prevenir posibles acciones de la Justicia", concluyeron los investigadores.

En un confuso episodio, Marita y una chica llamada "Antonella" desaparecieron de sus cuidadores junto con un cliente que frecuentó el "Candi" durante una semana. Esa maniobra habría sido motorizada "para eliminar cualquier posibilidad de localización de la causante y de sus vinculaciones con la supuesta red de prostitución y sus eventuales implicados". Esa situación fue denominada por los espías como "el desenlace final" de María de los Ángeles Verón.