15 Septiembre 2012 Seguir en 
JARTUM/TÚNEZ/BEIRUT/EL CAIRO.- Las violentas reacciones por un filme blasfemo contra el islam se repitieron ayer en una decena de países árabes. Enardecidos musulmanes atacaron las embajadas de Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania (a la que incendiaron) en Jartum, capital de Sudán, y fueron dispersados por la Policía tras fuertes enfrentamientos. Uno de los agresores murió atropellado por un vehículo oficial. "Dios es el más grande" y "Todo salvo el Profeta" fueron las consignas más escuchadas en esta marcha. Tras el hecho, Alemania reforzó la seguridad de sus sedes diplomáticas en la región.
En Túnez, varios manifestantes lograron entrar en el patio de la embajada norteamericana, pese a la resistencia de las fuerzas de seguridad, y quemaron varios vehículos. Hubo tres muertos. "¡Deporten al embajador de Estados Unidos! Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel", podía leerse en algunos carteles desplegados.
EEUU envió a 52 marines a proteger la sede en Yemen, donde ayer hubo nuevos incidentes. En el norte de El Líbano, un manifestante murió y otros 25 resultaron heridos al ser reprimidos por la Policía, luego de que incendiaron un local de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) y hubo cruce de disparos entre ambos bandos.
Las reacciones se desencadenaron en repudio a la película "La inocencia de los musulmanes", cuyos extractos se difundieron por internet, de una calidad cinematográfica pésima. La producción denigra a los islamistas, a quienes presenta como inmorales y brutos, y ataca al profeta Mahoma, incluso en aspectos sexuales.
Las protestas se multiplicaron también en otras sociedades del mundo árabe, con un fuerte foco (nuevamente) en El Cairo. El presidente de EEUU, Barack Obama, había advertido que las relaciones con Egipto podrían verse afectadas de acuerdo a la respuesta de las autoridades a la violencia. "No creo que podamos considerarlos aliados, pero no los consideramos enemigos", señaló.
Los egipcios movilizados bajo la consigna "Con nuestra alma, con nuestra sangre, te vengaremos, profeta", intentaron llegar a la embajada estadounidense, pero al ser bloqueados por la Policía, comenzaron a arrojar piedras contra las fuerzas de seguridad, que intentó dispersarlos con gases lacrimógenos, pese a que el llamado a manifestar de la organización Hermanos Musulmanes había sido formulado con carácter pacífico. También hubo marchas en la península del Sinaí, donde hombres vestidos de negro gritaron: "Obama, cobarde, el ejército de Osama bin Laden está en todas partes".
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, advirtió que la reacción a la película "desvía la atención de los verdaderos problemas de la región, como Siria, los palestinos y la falta de estabilidad en la zona". Desde el inicio de las protestas, hay 40 detenidos y 220 heridos.
Luego de la tradicional jornada de oración islámica de ayer, miles de islamistas protestaron en ciudades de Bangladesh, Pakistán, Afganistán, Siria e Indonesia. Fueron frecuentes las quemas de banderas norteamericanas y en todos los lugares se escucharon consignas antiestadounidenses. Las autoridades libias suspendieron todos los vuelos a la ciudad de Bengasi, donde el martes murió el embajador, Chris Stevens, y otros tres diplomáticos. Sus restos llegaron ayer a EEUU.
Muchas voces se alzaron contra el filme. "La película, que insulta al islam y al profeta, es hostil y una provocación, pero no puede justificar el ataque o daño hecho a inocentes", afirmó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. El líder supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, reclamó que se castigue a los autores del filme. "El principal sospechoso tras ese horrible crimen es el Gobierno estadounidense y los sionistas (Israel)", dijo.
Washington advirtió que la ola de protestas podría extenderse a su propio suelo, en un comunicado conjunto del FBI y del Departamento de Seguridad Interior, que pidieron evitar las grandes concentraciones de personas y estar vigilantes "ante posibles esfuerzos de alentar a manifestantes pacíficos y cometer actos de violencia", informó la cadena NBC. (Reuters-Télam-DPA-AFP)
En Túnez, varios manifestantes lograron entrar en el patio de la embajada norteamericana, pese a la resistencia de las fuerzas de seguridad, y quemaron varios vehículos. Hubo tres muertos. "¡Deporten al embajador de Estados Unidos! Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel", podía leerse en algunos carteles desplegados.
EEUU envió a 52 marines a proteger la sede en Yemen, donde ayer hubo nuevos incidentes. En el norte de El Líbano, un manifestante murió y otros 25 resultaron heridos al ser reprimidos por la Policía, luego de que incendiaron un local de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) y hubo cruce de disparos entre ambos bandos.
Las reacciones se desencadenaron en repudio a la película "La inocencia de los musulmanes", cuyos extractos se difundieron por internet, de una calidad cinematográfica pésima. La producción denigra a los islamistas, a quienes presenta como inmorales y brutos, y ataca al profeta Mahoma, incluso en aspectos sexuales.
Las protestas se multiplicaron también en otras sociedades del mundo árabe, con un fuerte foco (nuevamente) en El Cairo. El presidente de EEUU, Barack Obama, había advertido que las relaciones con Egipto podrían verse afectadas de acuerdo a la respuesta de las autoridades a la violencia. "No creo que podamos considerarlos aliados, pero no los consideramos enemigos", señaló.
Los egipcios movilizados bajo la consigna "Con nuestra alma, con nuestra sangre, te vengaremos, profeta", intentaron llegar a la embajada estadounidense, pero al ser bloqueados por la Policía, comenzaron a arrojar piedras contra las fuerzas de seguridad, que intentó dispersarlos con gases lacrimógenos, pese a que el llamado a manifestar de la organización Hermanos Musulmanes había sido formulado con carácter pacífico. También hubo marchas en la península del Sinaí, donde hombres vestidos de negro gritaron: "Obama, cobarde, el ejército de Osama bin Laden está en todas partes".
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, advirtió que la reacción a la película "desvía la atención de los verdaderos problemas de la región, como Siria, los palestinos y la falta de estabilidad en la zona". Desde el inicio de las protestas, hay 40 detenidos y 220 heridos.
Luego de la tradicional jornada de oración islámica de ayer, miles de islamistas protestaron en ciudades de Bangladesh, Pakistán, Afganistán, Siria e Indonesia. Fueron frecuentes las quemas de banderas norteamericanas y en todos los lugares se escucharon consignas antiestadounidenses. Las autoridades libias suspendieron todos los vuelos a la ciudad de Bengasi, donde el martes murió el embajador, Chris Stevens, y otros tres diplomáticos. Sus restos llegaron ayer a EEUU.
Muchas voces se alzaron contra el filme. "La película, que insulta al islam y al profeta, es hostil y una provocación, pero no puede justificar el ataque o daño hecho a inocentes", afirmó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. El líder supremo iraní, el ayatollah Ali Jamenei, reclamó que se castigue a los autores del filme. "El principal sospechoso tras ese horrible crimen es el Gobierno estadounidense y los sionistas (Israel)", dijo.
Washington advirtió que la ola de protestas podría extenderse a su propio suelo, en un comunicado conjunto del FBI y del Departamento de Seguridad Interior, que pidieron evitar las grandes concentraciones de personas y estar vigilantes "ante posibles esfuerzos de alentar a manifestantes pacíficos y cometer actos de violencia", informó la cadena NBC. (Reuters-Télam-DPA-AFP)
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