09 Agosto 2012
Faltaban 10 minutos para las 9 y el ómnibus de la Línea 8 estaba repleto de pasajeros que se dirigían a sus puestos de trabajo. Pero el martes todos llegaron tarde a causa de un joven que intentó asaltar a dos mujeres dentro del colectivo.
El incidente se produjo cuando el coche circulaba de sur a norte por la avenida Avellaneda, a la altura de su intersección con Marcos Paz. En ese momento -según informaron desde el Área Investigativa de la seccional 6ª- un joven de 17 años se acercó a dos pasajeras que viajaban sentadas en unos de los asientos traseros y las amenazó de muerte para que le entregaran los teléfonos celulares y el dinero.
Pero las víctimas se resistieron y comenzaron a gritar para pedir auxilio. Al escuchar los alaridos, el chofer detuvo la marcha del colectivo y, de inmediato, cerró las puertas. Mientras llamaba por teléfono a la Policía, otros pasajeros agarraron al asaltante para evitar que escapara.
"El móvil, que se encontraba en la zona, no tardó más de 10 minutos en llegar. Pero la gente que estaba arriba del colectivo quería linchar al delincuente, por eso lo bajamos rápidamente y lo trasladamos a esta dependencia", relataron los uniformados. Cuando lo requisaron, no encontraron ningún tipo de arma, pese a que les había advertido a las mujeres que les pegaría un tiro con un "chumbo".
El aprehendido argumentó que iba al Hospital Avellaneda, donde recibe un tratamiento de rehabilitación por su adicción a las drogas. Dijo que en el momento del asalto se encontraba bajo los efectos de "pastillas". Se dispuso que fuera trasladado al Instituto Roca.
El incidente se produjo cuando el coche circulaba de sur a norte por la avenida Avellaneda, a la altura de su intersección con Marcos Paz. En ese momento -según informaron desde el Área Investigativa de la seccional 6ª- un joven de 17 años se acercó a dos pasajeras que viajaban sentadas en unos de los asientos traseros y las amenazó de muerte para que le entregaran los teléfonos celulares y el dinero.
Pero las víctimas se resistieron y comenzaron a gritar para pedir auxilio. Al escuchar los alaridos, el chofer detuvo la marcha del colectivo y, de inmediato, cerró las puertas. Mientras llamaba por teléfono a la Policía, otros pasajeros agarraron al asaltante para evitar que escapara.
"El móvil, que se encontraba en la zona, no tardó más de 10 minutos en llegar. Pero la gente que estaba arriba del colectivo quería linchar al delincuente, por eso lo bajamos rápidamente y lo trasladamos a esta dependencia", relataron los uniformados. Cuando lo requisaron, no encontraron ningún tipo de arma, pese a que les había advertido a las mujeres que les pegaría un tiro con un "chumbo".
El aprehendido argumentó que iba al Hospital Avellaneda, donde recibe un tratamiento de rehabilitación por su adicción a las drogas. Dijo que en el momento del asalto se encontraba bajo los efectos de "pastillas". Se dispuso que fuera trasladado al Instituto Roca.
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