Las comunidades virtuales amenazan el organigrama tradicional

Las comunidades virtuales amenazan el organigrama tradicional

"Estar en la nube" es una necesidad imperiosa de la empresa, con el fin de alentar la innovación y la interacción entre su personal

22 Mayo 2012
Para muchos "estar en la nube" es sinónimo de no tocar con los pies en el suelo; para otros es un fenómeno social sin precedentes destinado a cambiar lo que conocemos de la empresa y las relaciones que allí se producen. Para muchos "utilizar la nube" es algo destinado a los "frikis tecnológicos", a empresas especiales relacionadas con internet o la gran multinacional; para otros es la nueva forma de crear una nueva forma de comunicación para sus pequeños equipos. Para muchos el objetivo es "utilizar la nube para incrementar la interacción" entre personas, para otros la utilización de la nube busca la colaboración para la innovación, es el nuevo modo de competir en los nuevos entornos inciertos, afirma Virginio Gallardo Yebra, fundador de la consultora Humannova, dedicada a la Innovación Empresarial. Y en eso andan las comunidades, es decir, los equipos de personas que trabaja básicamente de forma virtual para conseguir un objetivo. La comunidad se suele crear para formar equipos transversales que se superponen a la organización habitualmente funcional. Estas nuevas unidades organizativas harán desaparecer los organigramas conocidos hasta ahora, no tendrán espacios físicos, tendrán espacios virtuales donde podrán interaccionar, conocimientos, ideas y personas.

Las redes sociales internas serán la herramienta de innovación de los emprendedores y las nuevas empresas del siglo XXI, señala Gallardo. Pero adentrarse en este nuevo territorio supone replantearse lo que sabemos de nuestras organizaciones, especialmente sus formas de funcionar y su cultura. La complejidad más elevada de las comunidades consiste en generar nuevos valores y complicidades emocionales que hagan que estos equipos funcionen de forma óptima. En su sitio wwwsupervivenciadirectiva.com, Gallardo describe algunas claves a tener en cuenta:

Clarificar roles y normas. Estas unidades necesitan objetivos, responsables, recursos, normas y procedimientos tan estrictos o más que cualquier otra unidad.

Dar poder (empowerment): traspasar la toma de decisiones con la información adecuada y dejar claro el marco de autoorganización que habitualmente será elevado.

Crear entornos de generosidad: la confianza y la colaboración, aceptar la ayuda de otros, probablemente sean factores básicos difíciles de conseguir, pero son el motor de la comunidad.

Establecer sistemas de gestión de reconocimiento: clarificar la contribución al grupo.

Liderazgo distribuido: los integrantes trabajarán con autonomía, responsabilidad y proactividad que permitirán la nueva máxima: todos innovamos.

Liderazgo de los responsables de comunidad: la dificultad de liderar una unidad virtual requiere estilos de liderazgo más exigentes, comunicación y nuevos sistemas de "involucración".

Entorno tecnológico/presencial: Cada comunidad exige ciertas herramientas tecnológicas y, a veces, herramientas presenciales que facilitarán la interacción y las emociones que se crean.

Inevitablemente, todas las empresas trabajarán con las herramientas de la nube para aumentar su innovación y productividad, finaliza Gallardo Yebra.

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