Se llaman igual, se parecen y aman escribir

Se llaman igual, se parecen y aman escribir

Se conocieron por azar y se sienten hermanos. "Encontrarnos nos cambió la vida". Presentan esta noche sus últimas obras.

EDU Y EDU. Juntos generaron libros y un pacto de hermandad cósmica. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI EDU Y EDU. Juntos generaron libros y un pacto de "hermandad cósmica". LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
13 Abril 2012
No lo dijeron, pero seguramente lo piensan de vez en cuando: ¡gracias a la vida por las redes sociales! Eduardo Bechara y Eduardo Bechara se conocieron porque la hermana de uno de ellos (cuyo segundo apellido es Baracat y nació en Córdoba) intentó hacerse amiga de él. Se encontró con un hombre que no sólo tenía el mismo nombre que su hermano: ¡era igualito! (durante la entrevista, con un humor que nunca desapareció, el cordobés aclaró que se parecían aún más cuando él estaba más flaco). Le mandó un mail, al que tituló "La importancia de llamarse Eduardo Bechara" y lleno de bromas. El otro "Edu", colombiano él, tardó en responder, pues estaba terminando una maestría en Escritura Creativa en EEUU. Pero cuando supo un poco más de su clon se decidió a conocerlo. "Se tomó cuatro aviones y un remise para llegar a la posada que yo tenía en el norte de Brasil", cuenta el argentino. Se encontraron, "se charlaron todo", se descubrieron admiradores de los mismos autores (García Márquez, Kundera, Vargas Llosa, Kafka, enumeran durante la entrevista), sufrieron (y sufren) el dolor de una América Latina envuelta en corrupción y desigualdad social... Y se decidieron a escribir "a cuatro manos".

"Edu" me mostró algunos textos y me contó de su pasión por escribir. Yo, que le llevaba unos cuantos libros 'de ventaja', sentí que lo suyo era como un carrete enorme lleno de virtudes que sólo necesitaba que lo dejaran correr", afirma el colombiano, cuya madre, checa, sumó el apellido Navratilova al Bechara que comparten. Así fue como llegó el primer libro del cordobés "Creaturas del mandala", uno de cuyos cuentos escribieron juntos: se llama "un abrazo a mi reflejo". También escribieron una novela llamada "Kifaya" (significa "Basta", en árabe); uno los capítulos pares, los impares el otro, sentados en lados opuestos de la mesa.

La relación siguió creciendo. "Tanto que desvió el curso de nuestras vidas -dice sonriendo el colombiano/checo-. Pensaba ir a Praga este año, pero aquí me ves, en Tucumán presentando libros.

En El árbol de Galeano
En efecto: ambos están aquí para presentar hoy a las 21 dos libros (esta vez, uno cada uno). Se trata de "Patria del viento", del argentino Eduardo Bechara Baracat, y "Mendigo por un día", del colombiano Eduardo Bechara Navratilova. La cita es en el Árbol de Galeano (Rivadavia 435).

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios