Historias de adictos que cambiaron sus vidas por obra divina

Historias de adictos que cambiaron sus vidas por obra divina

Más de 2.300 fieles se dieron cita en Tucumán para una asamblea especial bajo el lema "Efectúese la voluntad de Dios".

11 Abril 2012
"Dios no tiene la culpa de lo que nos pasa. Porque este mundo está gobernado por Satanás. Pensar que antes solía culparlo de todas las cosas ingratas y desagradables que me pasaban". Sin embargo, Horacio N. pudo transformar su tormentoso pasado de adicciones en un presente colmado de proyectos y esperanzas. "Hace tres años dejé el alcohol y el cigarrillo. Renací cuando en 2011 fui bautizado para convertirme en fiel hermano Testigo de Jehová", agregó. Él fue uno de los casi 2.300 fieles que asistieron al Día Especial de Asamblea de los cultores provinciales de la religión fundada en 1870, en EE.UU., por Charles Taze Russell. El cónclave se desarrolló en el Cedar, complejo de ocho hectáreas que el Instituto Pellegrini posee en Yerba Buena.

Sin bajar la mirada, peinado y vestido prolijamente, Núñez puntualizó: "llegaba el atardecer y compraba un frasco de alcohol de quemar. Lo mezclaba en una botella con agua. Y bebía hasta avanzada la noche. Me acostaba embriagado y contaminado, porque también fumaba sin control. Hasta que mi esposa, que sufrió demasiado, se convirtió en Testigo de Jehová. Un día escuché a los hermanos leer la Biblia y decidí buscar respuestas en ella. Mi proceso de cambio fue rápido".

Malas compañías
"Fumaba desde los 14 años y tomaba desde los 18. También me afectaron las malas compañías. Pero ahora todo es diferente y mejor", aclaró Horacio, que reside en un barrio próximo a la autopista sur de San Miguel de Tucumán. Aunque se mantenía en abstinencia, y a pesar de no temerle a limpiar la carne y el espíritu, no pertenecía a la congregación. "Había ingresado a la Escuela del Ministerio Teocrático pero recién cuando me bauticé me convertí en Testigo de Jehová. Ahora vivo de acuerdo con la voluntad de Dios", afirmó.

Al respecto Ricardo Alassia. (46 años), encargado de atender a los representantes de los medios de comunicación durante la asamblea, remarcó que se trata de la escuela más grande del mundo: "por que uno se inscribe, cualquiera sea la edad que tenga, y cursa, pero no se recibe nunca". Alassia, oriundo de San Justo, Santa Fe, también integra el cuerpo de ancianos (pastores) de ese culto en Tucumán.

Según la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, del libro 2 de Timoteo, capítulo 3, versículos 16-17; y del libro de Juan, capítulo 17, versículo 17, la Biblia es la palabra de Dios, la verdad y base de las creencias de quienes pertenecen a la congregación.

Drogas y alcohol
A los 17 años Fabián V. transcurría su vida en Rosario (Santa Fe) sumergido en el submundo de las drogas y el alcohol. "Me embriaga a diario y vendía estupefacientes para beber. Mi adolescencia fue un cúmulo de equívocos y yerros. Comencé a ir a Alcohólicos Anónimos. Allí conocí a un miembro que me acercó una Biblia. Empecé a encontrar respuestas en ella. Mi vida cambió radicalmente a partir de 1992, al bautizarme como Testigo de Jehová", describió.

Hoy Fabián tiene 37 años y es anciano (pastor). Se casó con otra militante del culto, cinco años menor. Pero aún no tienen hijos. La enseñanza y difusión de la verdad bíblica ocupa buena parte del quehacer cotidiano de ambos.

Protagonistas
Durante el Día Especial, la sobriedad de la concurrencia al Cedar contrastó con la imponencia de las instalaciones. Con precisión, 1.938 fieles de 20 congregaciones de la capital tucumana arribaron a la mañana al polideportivo, ubicado al pie del cerro -en la zona suroeste de La Rinconada-. Otros 360, de Nueva Esperanza y Río Hondo, Santiago del Estero, se sumaron desde el mediodía. El tema excluyente -"Efectúese la Voluntad de Dios" (Mateo 6:10)- se trató durante siete horas.

Comentarios