LLENO DE MIRADAS. Jairo baja del túnel casi custodiado mientras los plateístas descargan su bronca contra él. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Ayer, la cadena alimenticia del hábitat de 25 de Mayo y Chile se cumplió paso por paso. Todo inició en Quilmes, que pese a estrenar DT y a padecer una semana movida, debía hacer valer su posición en la tabla, y comerse a Atlético. Así pues, con el 0-1 tempranero, a los locales se lo devoraron los nervios. Con el partido liquidado, el siguiente eslabón fue la gente, que quiso masticarse crudo a los ídolos y a los no tanto.
Juan Manuel Llop fue la siguiente estación. Afirmó sin dudarlo que el triunfo ajeno llegó por la generosidad del anfitrión. Entonces, la conclusión que bajó de la tribuna fue el "que se vayan todos".
Los hinchas sufren por este pésimo semestre y se lo hicieron saber al plantel. El ambiente se puso verdaderamente hostil luego del 3-0. Y uno de los que más lo sufrió fue Jairo Castillo, que se retiró con bronca. "No me sale nada", apenas decía mientras los periodistas pedían una versión más extendida de su declaración. Lo que llegó a decir es cierto. El "Tigre" no pega una.
Sobre los insultos y demás, "Chocho" dio su parecer de la situación, cuando se le consultó por el microclima que se había generado en el "José Fierro" al término de la goleada. "La gente se la agarra con jugadores que no tienen nada que ver", apuntó a modo de defensa a Jairo. Única, por cierto. Y replicó.
"Los goles fueron por errores infantiles e individuales. No colectivos. Igualmente, estoy entero pero necesito compromiso", completó. Hay algo clarito. El compromiso que pide Llop no es para con la gente sino para con sus jugadores. Hay que poner más. Esteban Dei Rossi recibió sus primeros goles desde que se ubicó en el arco como titular. Llegaron de a cuatro. Aunque la gente no tomó represalias directas con él, se hizo cargo. "Es normal, es entendible que lo hagan viendo que a este equipo lo superaron por cuatro goles", confesó. Sebastián Longo siguió el mismo camino con sus declaraciones. "Es entendible. La gente de Atlético viene a la cancha a ver a su equipo, pero si uno no le responde, es natural que reaccione así", justificó.
Los hinchas sufren por este pésimo semestre y se lo hicieron saber al plantel. El ambiente se puso verdaderamente hostil luego del 3-0. Y uno de los que más lo sufrió fue Jairo Castillo, que se retiró con bronca. "No me sale nada", apenas decía mientras los periodistas pedían una versión más extendida de su declaración. Lo que llegó a decir es cierto. El "Tigre" no pega una.
Sobre los insultos y demás, "Chocho" dio su parecer de la situación, cuando se le consultó por el microclima que se había generado en el "José Fierro" al término de la goleada. "La gente se la agarra con jugadores que no tienen nada que ver", apuntó a modo de defensa a Jairo. Única, por cierto. Y replicó.
"Los goles fueron por errores infantiles e individuales. No colectivos. Igualmente, estoy entero pero necesito compromiso", completó. Hay algo clarito. El compromiso que pide Llop no es para con la gente sino para con sus jugadores. Hay que poner más. Esteban Dei Rossi recibió sus primeros goles desde que se ubicó en el arco como titular. Llegaron de a cuatro. Aunque la gente no tomó represalias directas con él, se hizo cargo. "Es normal, es entendible que lo hagan viendo que a este equipo lo superaron por cuatro goles", confesó. Sebastián Longo siguió el mismo camino con sus declaraciones. "Es entendible. La gente de Atlético viene a la cancha a ver a su equipo, pero si uno no le responde, es natural que reaccione así", justificó.
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