"El rock es una cáscara vacía"

"El rock es una cáscara vacía"

El ex líder de Bersuit salió a la ruta con nuevo material -el ya Disco de Oro "La caravana mágica"- y con otra concepción de la música. Llegó a actuar para 50 personas y luego volvió la masividad. Sus ex compañeros están presentándose sin él, pero Cordera advierte que no le interesa el dinero, sino explorar nuevas sensaciones. El lunes lo veremos en Tucumán.

28 Mayo 2011
"Lo que nos está pasando es precioso", afirma Gustavo Cordera, hablando en plural porque lo suyo, desde que Bersuit Vergarabat dejó de ser su banda, es más que un proyecto como solista aunque lleve su nombre. Cuestiona al rock mientras profundiza su mestizaje sonoro con ritmos latinoamericanos, y en diálogo con LA GACETA apunta que se siente triste por la vuelta de sus viejos compañeros de ruta con el nombre del grupo del cual fue la cara visible durante más de 20 años. El músico está presentando su último disco, "La caravana mágica" en todo el país, y llegará el lunes a Tucumán.

- Después de más de dos años salís otra vez a recorrer el país. 
- La movida está en un lugar insospechado, porque las expectativas y proyecciones que teníamos eran inexactas. Pensé que todo esto pasaría a mediados del año que viene, pero acontece ahora.

- ¿Qué te pareció tan difícil?
- Empezamos con este disco en noviembre, diciembre, y vimos que era difícil ser contratados. Tuvimos que generar un espacio nosotros. Tocábamos los jueves a la tarde, no conseguíamos lugares a causa de las magras convocatorias que teníamos. Todo esto empezó muy de abajo.

- Pero sos un músico famoso, popular.
- En realidad era algo que quería en su momento. Cuando recomencé mi vida musical y artística con estos muchachos sabía que era arrancar de cero. Hicimos siete shows en Niceto, con 200 o 250 personas, con el ánimo de empezar a mostrar lo que hacíamos. Llegamos a tocar para 50 personas. Y en muy poco tiempo, menos de dos meses, empezó a generarse una adhesión geométrica, duplicándose hasta llegar a hacer dos Niceto a lleno total (anoche y hoy). Todo creció mucho, llegamos al Disco de Oro y la gente empezó a aceptar y a disfrutar este nuevo momento musical.

- ¿Qué descubrió el público?
- Creo que supo que traemos un aporte a la música popular argentina.

- Es raro todo esto después de haber llenado estadios con Bersuit... 
- Esto llevó a visualizar una descarga de peso muy grande. Es un proyecto que nace desde la semilla, de otra manera de cultivar. Parto de una situación de humildad, de volver a empezar, de honrar el pasado y los lugares que alguna vez ocupé, que son efímeros y que hay que soltar o dejar. Dejé ese mundo a nivel profesional, espiritual y artístico. Comencé a transitar el desafío de hacer arte, de encontrarnos con este grupo humano.

- ¿Cómo ves al rock argentino hoy?
- Creo que es una cáscara que se esta secando. Pero nace una nueva vertiente de agua fresca latinoamericana...

- ¿El rock murió?
- No creo que sea insalvable, pero más importante es la música, el arte. Confundir rock con música es limitar el alma. Hoy todo se repite, están desesperados por tocar en estadios, festivales, por el éxito, el dinero, hacen siempre las mismas canciones, tienen vínculos idénticos con el público: banderas, bengalas, aguante... Todo eso que trajo Cromagnon. Creo que artísticamente el rock llegó a su fin, y queda como una cosa política de adhesión, algo que no representa nada real. Mi viaje es salir de esos andamios y hacer música y arte, refundar el movimiento, sin importar el nombre. El rock ya tuvo 40 años de gloria, se gastó y hay que dejarlo ir y recordar lo lindo.

- Siempre fuiste de mezclar, pero ahora eso parece estar más presente.
- Hace tiempo tenía ganas de experimentar. Pero formaba parte de un colectivo que estaba muy aferrado al éxito que teníamos y a cómo funcionaba, y no quería asumir riesgos artísticos. 

- Y al salir de Bersuit te soltaste de esas amarras...
- No le quise imponer mi idea a los demás, pero cuando pude me liberé de esa contención, de esa prisión. Y dije 'bueno, ahora juego a lo que tengo ganas y asumo los riesgos'. Porque antes que nada, me mueve el asombro, la novedad, el presente. Ya no la convocatoria y el dinero.

- ¿Quisieras volver a llenar estadios?
- No en este momento. Sólo quiero hacer música y mostrarla donde me toque hacerlo. Si fue un objetivo, por eso hicimos River, que no fue algo azaroso, sino que fue un sueño, un deseo, una ilusión... Pero ya está, ya lo hice, y por eso no condeno a los que lo desean.

- ¿Cómo te pega que Bersuit haya vuelto sin vos? (fue la semana pasada)
- No me jode en lo personal. Sí me da tristeza que no hayan afrontado el riesgo de hacer un arte nuevo y que vuelvan al pasado... No sé cuál fue el propósito de ese encuentro, pero no creo que Bersuit sea posible sin uno de sus integrantes... Debería llamarse de otra forma, porque suena a que se busca el beneficio personal con algo que construimos entre todos. Y me entristece porque son grandes artistas y tienen con qué, tienen talento y condiciones.

Un recital con novedades 
Sobre el recital que ofrecerá el lunes, a las 21.30 en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento 601) Gustavo Cordera anticipó: "va a haber muchas novedades, porque ya estamos desarrollando el nuevo material, que es más caravana que nunca. Como grupo estamos alcanzando una linda química colectiva y una gran conexión artística".

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