Por Mauricio Weibel - DPA
Los días de Marcelo Bielsa como técnico de la selección chilena parecen contados. El nombre de su sucesor, Manuel Pellegrini, asoma ya en los medios. El alejamiento del "Loco", favorito de los hinchas, está ligado a la inminente derrota del presidente del asociación chilena, Harold Mayne Nicholls, en las elecciones del 4 de noviembre.
La salida de Mayne Nicholls, resistido por los clubes por sus políticas de reparto de las utilidades que genera la selección, gatillaría la dimisión de Bielsa, quien mantuvo roces con esos equipos por la convocatoria de jugadores.
Bielsa eludió hasta ahora comentar los hechos, pero negoció su contrato con una cláusula que le permite desligarse del cargo si Mayne Nicholls no es reelecto.
Los opositores, liderados por Colo Colo, Universidad Católica y Universidad de Chile, presentaron a su abanderado, el presidente de Unión Española, Jorge Segovia, acompañado por dirigentes de los equipos que le aseguran la victoria.
Algunos sospechan que en la operación está la mano del presidente chileno Sebastián Piñera, accionista mayoritario de Colo Colo. Piñera se enfrentó con Bielsa y con Mayne Nicholls antes y después de Sudáfrica 2010.
Las diferencias entre Bielsa y Piñera fueron de hecho notorias durante el Mundial, cuando el técnico invitó a la concentración de la "roja" a la ex presidenta Michelle Bachelet, opositora del actual mandatario chileno.
El futuro de Bielsa en Chile es incierto, y la llegada de Pellegrini, una certeza. Casualidad o no, el ex DT de River y Real Madrid rompió días atrás su norma de no hablar de colegas. "Bielsa no es Dios, ni inventó el fútbol", subrayó. Antes le prodigaba loas al rosarino.