Hombre de mil batallas, Hrabina tiene el cuero duro. Eso sí: trata de imponer límites, sobre todo después de la derrota a manos de Unión y de la áspera reacción de los hinchas. "A los jugadores hay que alentarlos. Los insultos te sacan del partido, te hacen perder la concentración. Ojo, a mí no me llegan; no me van ni me vienen", enfatizó el técnico de Atlético. El desafío es volver de Jujuy con los tres puntos.