La protesta persistirá hasta que se reintegre al médico separado

La protesta persistirá hasta que se reintegre al médico separado

Sigue el paro y a las 10 los empleados de la sanidad se reunirán en la plaza Independencia. Los trabajadores marcharon hacia el Siprosa y luego repudiaron frente a la Casa de Gobierno la decisión oficial de prescindir de uno de los referentes del movimiento.

FORCEJEO. El cirujano desplazado (de chaqueta blanca) intentó ingresar a Casa de Gobierno, pero la Policía frenó el embate de los médicos autoconvocados. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI FORCEJEO. El cirujano desplazado (de chaqueta blanca) intentó ingresar a Casa de Gobierno, pero la Policía frenó el embate de los médicos autoconvocados. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
12 Agosto 2010
"¡Vamos a entrar!", gritó y saltó la baranda de bronce de la Casa de Gobierno, sobre la esquina de 25 de Mayo y San Martín. Carim Asus cayó sobre la guardia policial que impedía el paso de los manifestantes hasta el edificio casi vacío; intentó forzar su marcha a los empujones y forcejeos (voló incluso algún bastonazo), rodeado de decenas de médicos que lo protegían, hasta que la situación se calmó. Luego se abrazó con su esposa, Alejandra Casen, y las lágrimas afloraron en los ojos de ambos.

Fue el momento de mayor tensión. Eran las 12.20 de ayer, y había pasado ya casi una hora desde la llegada a la plaza Independencia de la columna del movimiento autoconvocado de la salud, secundada por los jubilados que reclaman el 82% móvil; la Corriente Clasista y Combativa; y las Madres del Pañuelo Negro, que luchan contra las drogas. En vez de concentrarse en las inmediaciones de las escalinatas, sobre 25 de Mayo, como acostumbran hacerlo, esta vez cargaron por el acceso de San Martín hasta las vallas policiales: allí se produjo el primer roce.

Los referentes de los autoconvocados reclamaron una audiencia con el ministro de Salud, Pablo Yedlin, para exigirle la inmediata reincorporación de Asus. El funcionario era el protagonista clave de la jornada de protesta contra la medida mediante la cual separaron a Asus de su cargo de médico cirujano en el Centro de Salud, donde cumplía un reemplazo desde hace dos años. Este nosocomio, que estuvo cerrado por la mañana, fue la base desde donde partió la marcha, que pasó por el Siprosa en su recorrido.

Tras los primeros cabildeos, se permitió el paso de una comisión hasta los jardines externos del palacio gubernamental. En esos momentos circuló insistentemente la versión de que se había dispuesto la reincorporación de Asus, rumor que el tiempo desmintió.

Yedlin se hizo esperar infructuosamente. Primero se informó a los autoconvocados que no estaba en su despacho, lo que era cierto: tras entregar una ambulancia en Banda del Río Salí, se trasladó con el gobernador, José Alperovich, hasta la casa del mandatario, para seguir desde allí las novedades. Después ya no hubo respuesta oficial al pedido de reunión.

Por momentos, los insultos contra los funcionarios se multiplicaban (el más nombrado fue Yedlin, cuya renuncia se reclamó reiteradamente) y hasta se llegaron a arrancar dos vallas de contención de manos de la Policía, que fueron abandonadas en medio de la calle.

Asamblea
A las 13.15, la paciencia se agotó, la comitiva dio por cerrada la gestión y comenzó una asamblea en el lugar, en la cual se decidió profundizar las protestas y volver a la plaza hoy, desde las 10, tras una asamblea en el Centro de Salud, hospital que hasta podría tener cerrada su guardia. Los demás centros asistenciales tendrán restringida la atención, aunque cada nosocomio decidirá su propia metodología de protesta.

Entre las mociones, se planteó el paro total y por tiempo indeterminado de toda clase de atención; la clausura de los accesos; la destrucción de las estadísticas sanitarias y hasta una huelga de hambre, con una carpa blanca frente a la Casa de Gobierno. También arreciaron las críticas contra los empleados titularizados a partir de los reclamos de 2009 que este año no participan de las protestas: llegaron a calificarlos de traidores.

Como cierre de la concentración, y antes de cantar el Himno Nacional de espaldas a la Casa de Gobierno -algo que es ya costumbre- se pasó lista a los principales funcionarios del gabinete y del área de salud, empezando por el gobernador Alperovich. A cada nombre, los presentes respondían con "ausente". Luego, se vivó al movimiento de los autoconvocados y al propio Asus, personificación misma del reclamo del sector.

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