Tucumán vuelve a tener una Bandera provincial

Tucumán vuelve a tener una Bandera provincial

La Legislatura terminó de dar de baja al estandarte que había sido creado en 1995, durante la administración democrática de Antonio Bussi. Se adoptó la misma enseña de Macha (localidad boliviana) que en la lucha contra los españoles estuvo escondida durante 72 años.

EL AUTOR DE LA INICIATIVA. Jorge Mendía (UCR) expone los argumentos por los cuales debe adoptarse la Bandera de Macha: recibió un respaldo masivo. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO EL AUTOR DE LA INICIATIVA. Jorge Mendía (UCR) expone los argumentos por los cuales debe adoptarse la Bandera de Macha: recibió un respaldo masivo. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
14 Abril 2010
Con la sanción del Digesto Jurídico Provincial, en diciembre de 2008, se dio de baja a la polémica Bandera de Tucumán luego de 13 años de existencia, aunque nunca fue usada efectivamente como símbolo provincial. La Ley 6.694 (aprobada por la Legislatura el 9 de octubre de 1995 y promulgada por Antonio Bussi) fue incluida entre las normas derogadas.

A partir de que LA GACETA difundió esta decisión, el debate sobre la necesidad de contar con una bandera y la forma de definir su diseño volvió a instalarse y se presentaron numerosos proyectos para convocar a concursos públicos (abiertos o limitados a estudiantes de primaria o de secundaria), pero ninguno prosperó.

En la sesión de ayer, la Legislatura saldó esta deuda. Con el voto en contra del laborista Osvaldo Cirnigliaro (Ver "Los legisladores..."), y tras dos horas y media de debate, se decidió adoptar la Bandera de Macha. La nueva insignia debe flamear en edificios públicos, se usará en actos patrios y se izará junto con la Nacional, en un segundo plano, durante las ceremonias.

La enseña tiene una franja central en celeste y dos franjas blancas en la parte superior e inferior (al revés de la Bandera Nacional). El diseño fue adjudicado a Manuel Belgrano, que la hizo jurar a sus tropas el 27 de febrero de 1812 y la enarboló tras la Batalla de Tucumán. En la corbata o moño, como pieza de honor, estarán las imágenes de la Virgen de la Merced, Patrona de Tucumán y Generala del Ejército, y de la Casa Histórica, con las fechas del 24 de Setiembre de 1812 y del 9 de Julio de 1816.

El nombre de Macha (en la zona de Potosí, Bolivia) viene del lugar donde fue encontrada detrás de una pintura en una capilla de Titiri, con manchas de sangre y pólvora. Estuvo escondida durante 72 años para evitar que sea tomada por los españoles, envuelta en una seda roja. A su lado estaba una Bandera Nacional. Actualmente, el paño original del pabellón que Tucumán asume ahora como bandera oficial está en la Casa de la Libertad de Sucre, en Bolivia.

La propuesta fue impulsada por el legislador radical Jorge Mendía, quien proyectó un video donde resumió la historia de la enseña. "Somos los representantes de la generación del Bicentenario; las decisiones que tomamos serán estudiadas en el tiempo", remarcó.

El opositor puntualizó distintos aspectos de la investigación histórica que desarrolló durante dos años, hasta elaborar su propuesta.

Fustigó al centralismo porteño. "Belgrano la reservó para una gran victoria luego de que Buenos Aires le prohibiera usarla. Es la Bandera que abrazó a los tucumanos en 1812 y les dio la fe para el triunfo y la decisión de declarar y firmar la independencia. Es la hija de la Enseña Nacional", sostuvo. Añadió que Tucumán es la única provincia sin estandarte propio.

Sin concurso
"Estamos rindiendo tributo a nuestra historia y adoptando la que siempre debió haber sido la bandera de la provincia. Es la única posible para toda la tucumanidad y para que todos nos sintamos contenidos", explicó Antonio Raed, coautor de la ley. Insistió: "proponemos el diseño original y sobrio, en el que no quisimos incorporar ningún tipo de imagen ni de leyenda que lo distorsione". Propuso que el 20 de junio los miembros de los tres poderes del Estado juren lealtad a la nueva bandera.

Su par, Susana Montaldo, la tercera firmante de la iniciativa, defendió la creación de una insignia al señalar que es el equilibrio entre la unidad nacional y la identidad local, lo que cobra más importancia en tiempos de globalización.

"Esta propuesta no representa a una parcialidad de la sociedad ni es circunstancial. Nos viene de los abuelos que nos dieron la nacionalidad. Es símbolo de libertad, de democracia y de lucha", sostuvo la ex ministra de Educación.

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