La danza contemporánea permite mayor creación

"Trabajar con el movimiento", eso es lo que hace, esa es la manera en que se comunica, eso es lo que apasiona a Gerardo Litvak. El coreógrafo y docente de danza llegó a Tucumán para preparar la apertura de la temporada del Ballet Contemporáneo, que se realizará a fines de abril en el Teatro San Martín.
Continuando con una costumbre del Ballet, Litvak es el primero de una lista de invitados que vendrán esta año a trabajar con el cuerpo de bailarines. El coreógrafo eligió la improvisación como técnica de trabajo y en una entrevista con LA GACETA cuenta cómo es trabajar con la compañía tucumana y lo que significa la danza para él.

- ¿De qué se trata la obra que estrenarán en abril?
- La obra es una creación mía, y va a ser un estreno exclusivo de la compañía. Surge de un interés que tengo en combinar los bailes populares con la danza. Cuando digo "bailes populares" me refiero tanto al folclore como a lo que se baila en una disco. La idea es trabajar tanto el baile mismo como la parte de los ritos que implican esas expresiones. La identidad de cómo nos movemos, cómo interpretamos hoy esos ritmos. Todas estas fusiones se entienden a través de la música. La idea es trabajar cómo esto se inscribe en los cuerpos. Elegí música muy variada: hay boleros, cumbia, folclore... Todo adaptado para el espectáculo.

- ¿Qué técnica va a utilizar para trabajar con los bailarines?
- Trabajo con la improvisación, con el material de ellos. Es como si yo fuera un director, les doy una idea y ellos la trabajan. De ahí se la va acotando. El núcleo de la obra son ellos, yo acomodo las partes después. No tengo ni el nombre del espectáculo, va a nacer de la misma coreografía. Con respecto al montaje, es muy importante crear con la gente del lugar. Es un encuentro con los artistas. No es lo mismo si realizo esta obra acá que si lo hago en Canadá, porque la reacción de los bailarines a mis consignas son distintas. En la improvisación sale algo muy personal de cada bailarín; es algo que indaga la intimidad.

- ¿Qué siente trabajando con el ballet contemporáneo de la provincia?
- Esto muchos tucumanos no lo saben, pero en Argentina hay sólo dos compañías de ballet contemporáneo, y una es esta. Trabajar con una componía cambia todo, para un coreógrafo es muy importante. El estilo, la forma de trabajo, todo es completamente distinto. Y especialmente para el ballet contemporáneo, es una estructura que te contiene, que te permite realizar más cosas. Estoy sorprendido por lo maravillosamente bien que se trabaja acá. Hay un diálogo fácil con ellos, trabajan relajados a la vez que trabajan mucho.

- Qué significa la danza para usted?
- La danza es mi medio de vida. Hay que distinguir la danza contemporánea de otros estilos. Me identifico con esta porque te permite mayor creación. Tenés todas las libertades. Dentro de la danza contemporánea hay distintas líneas, pero se puede utilizar más de una, combinarlas. Claro que la trayectoria te va marcando un rumbo. Tiene que ver con las inquietudes de cada uno. Lo que te interesa del movimiento. Yo, por ejemplo, utilizo sobre todo el lenguaje del movimiento corporal; hay otros coreógrafos que trabajan más con los textos, que hacen algo más híbrido... Depende de cada uno.