Cartas de lectores
10 Diciembre 2009
SAN PEDRO DE COLALAO
Se aproxima la temporada veraniega en San Pedro de Colalao. Como se puede ver, en estos últimos tiempos tuvo un notable crecimiento a través de múltiples viviendas de veraneantes, hoteles, restaurantes, posadas, camping y negocios en general. La concurrencia aumenta considerablemente los fines de semana, y en mayor medida durante enero y febrero; ingresan y circulan colectivos con delegaciones de turistas, automóviles, camionetas, motocicletas y los novedosos cuatriciclos. Otros cabalgan donde la mayoría de los conductores que nos visitan se muestran predispuestos en hacer de esta villa una "tierra de nadie" y/o zona liberada, para conducir y competir tanto en velocidad como en ruidos, con las consiguientes polvaredas que levantan cuando circulan por la calle sin respetar al resto de sus semejantes. Olvidan que el derecho de uno termina donde comienza el de los demás, y que abuelos y mayores han elegido desde siempre este placentero lugar en busca de tranquilidad y silencio, y ahora se encuentran con este desordenado tránsito vehicular. Es hora de que se implementen cuanto antes medidas de ordenamiento del tránsito por lo menos en el casco céntrico de esta villa; fijar calles de mano única con letreros señalizadores; colocar lomos de burro o reductores de velocidad, etcétera. Se debe sancionar a los conductores que violen estas normas, para cuyo cometido rige la ley de Comunas Rurales, que en uno de sus artículos expresa textualmente: "Ejercer el poder de Policía de Tránsito, de seguridad, moralidad y buenas costumbres, higiene y salubridad, producción, industria y comercio, y el medio ambiente y edilicio". Sólo resta aplicar las sanciones para el bien de quienes vivimos aquí, y de los  visitantes, y del prestigio de este tradicional centro turístico.

Solano Díaz
E. S. Discépolo s/n
Villa Rita
San Pedro de Colalao-Tucumán

AUTOS ABANDONADOS

Comparto totalmente la disconformidad manifestada por la lectora Marta Lizárraga (carta del 8/12) con respecto de los vehículos abandonados sobre calle La Madrid al 700 (entre Pellegrini y Aristóbulo Del Valle), frente al edificio que alberga a la Policía (planta baja) y al Registro Civil (planta alta), de Aguilares. Estas chatarras están hace años y cada vez se suman más  por los constantes accidentes, especialmente en la "ruta de la muerte" que nos une con San Miguel de Tucumán. Cruzando Pellegrini se encuentra la casona del EPAM, al frente está la plazoleta 24 de Septiembre que se construyó en predios del ferrocarril a la vera del gigante dormido, que es la antigua estación de trenes. En esta cuadra debemos caminar por la calle ya que las chatarras cubren las dos aceras. Aguilares es un pueblo muy bonito, y es deprimente ver en pleno centro un cementerio de automóviles. Las autoridades deben actuar con urgencia, ya que estamos en verano y no sólo debe preocupar lo estético sino también la salud; con las frecuentes lluvias estos hierros y latas retorcidas serán criaderos del temible mosquito que transmite el dengue.

Judith Lazarte de Pinto
La Madrid 1043
Aguilares - Tucumán

VEREDAS BLOQUEADAS

Sobrada razón le asiste al lector Domingo Padilla (carta de 7/12) al deplorar el bloqueo de las veredas con mesas, sillas y sombrillas para comodidad de los parroquianos de supuestos bares, en tanto los peatones, para cuya protección se inventaron las veredas, deben transitar por la calzada. Otro ejemplo se halla en la intersección de calles Laprida y Corrientes, donde la incuria municipal tolera cuatro confiterías. La más ofensiva es la de la esquina noreste, por cuanto allí  el beberaje, las palabras soeces y los alaridos (proferidos por ambos sexos) de un grupo son moneda corriente hasta más allá de las 4 de la mañana, con total desprecio de la tranquilidad de los vecinos.

Daniel C. Lecuona
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INSEGURIDAD

La inseguridad que reina en la zona de la calle Esquiú al 100; los asaltos y arrebatos son permanentes. Se necesita que la Policía la recorra especialmente a la siesta y desde el atardecer en adelante.

Fanny Popriskin
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MONSEÑOR ARBO
Tucumán pierde con monseñor Arbó un hombre de una fe inquebrantable yde una gran humanidad. Dejó su tierra, Cataluña, siendo aún muy joven,pero nunca perdió sus raíces, y sobre todo, nunca perdió su gran amor ala Morenita, la Virgen de Montserrat. Hombre de una gran tallaintelectual, un estudioso y un gran teólogo, amó la Iglesia de Tucumány siempre sus pastores encontraron en él un colaborador insobornable.Desde monseñor Blas Victorio Conrero, hasta monseñor Villalba, todossabían que Arbó era un hombre de Iglesia y una persona sensible a larealidad y a los problemas de la gente. Su buena oratoria ayudaba acuantos les escuchaban a profundizar en la palabra de Dios y a dejarseinterpelar por ella. No menos profundos eran sus consejos y su palabraoportuna. De apariencia seria, una vez uno cruzaba el umbral de ladistancia, se encontraba con un hombre muy sensible, capaz desintonizar con uno y de ponerse en el sitio del otro. Tenía una buenadoctrina, pero sobre todo encarnaba la misericordia de Dios de la queera un dispensador generoso. Durante muchos años sobrellevó el dolor ylos inconvenientes de la enfermedad. Alguna vez verbalizó que le habíandejado en el andén con las maletas preparadas, y que eso ¡había sidouna mala pasada! Porque el cara a cara con el Dios de la vida al queamaba, parecía inmediato. Sin embargo, sabiendo que era voluntad deDios seguir en la brecha, estuvo hasta que sus fuerzas se lopermitieron, entregado en cuerpo y alma a la causa del Evangelio. DesdeManresa, donde contemplo las montañas de Montserrat, que tanto lehablaban al corazón, elevo una oración por monseñor Arbó y doy graciasal Dios de la vida por su sacerdocio y por su amistad. Estoy segura deque el Padre lo habrá acogido con un abrazo entrañable, al tiempo quele habrá dicho: "pastor bueno y fiel, entra al gozo de tu Señor". Quedescanse en paz y que contemplando al Dios de la vida, interceda por laIglesia, pueblo de Dios que peregrina en Tucumán, y por todos a los queamó y acompañó a lo largo de su vida.

Sor Lucía Caram
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DISCAPACIDAD

Con mi marido discapacitado, en silla de ruedas, tuve que ir a unazapatería del centro. Dejé el auto en una guardería de Mendoza al 800,y desde allí sortear todo tipo de dificultades hasta llegar a destino.En Mendoza y Junín, donde por supuesto no existen rampas (como en casitodas las esquinas de mi querida ciudad), fui golpeada por un auto alcruzar por la senda peatonal, por suerte sin mayores consecuencias.Pero sentí más el golpe al ver la indiferencia de las autoridadesmunicipales que no entienden que los discapacitados también tienen elderecho de desplazarse por el centro sin correr el riesgo de que lasruedas de sus sillas o alguna muleta, queden trabajadas en las baldosasrotas, tapas faltantes de las calles, etcétera. Por lo que me ofrezco apasear al intendente o alguna autoridad de Obras Públicas en la sillade ruedas de mi marido; lo haré con gusto a pesar de mis huesosdoloridos por la edad.

Ana María de Rodríguez
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FAMILIA POMAR

Parafraseando a Borges pido perdón por mi ignorancia al preguntar:¿cómo es posible que la SIDE, un organismo nacional que manejadiscrecionalmente y sin rendir cuentas un presupuesto de más de $ 4.500millones, con el solo objeto de servir al gobierno de turno espiando alas personas y que dispone para ello de una parafernalia desofisticados instrumentos que permiten escuchar celulares hastaapagados, no haya servido para seguir las pistas que podrían haberpermitido localizar a la familia Pomar que se accidentó hace 24 días?

Humberto Hugo D'Andrea
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Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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