El cine como una herramienta pedagógica

Está largamente comprobado que el arte es una herramienta educativa fantástica. Una dramatización, sketch u pieza teatral pueden servir no sólo para que los estudiantes adquieran conocimientos sobre diversos temas, sino que al redactar su texto tienen, por ejemplo, la práctica de la escritura y luego la de la actuación y la dirección. Otro tanto ocurre con los títeres y con el cine.
El año pasado docentes de la escuela secundaria Santa Rosa de Lima, de Concepción, pensaron que el cine podía ser una herramienta pedagógica. Los alumnos recogieron el guante y la experiencia prendió en otras escuelas. Surgió así el Festival Juvenil de Cine que organiza ese establecimiento con el patrocinio del Ente de Cultura de la provincia y la Municipalidad local. La semana que viene se realizará la segunda edición del encuentro.
Según explicó un profesor y coordinador del acontecimiento, en el que se han inscripto hasta ahora 12 cortos de escuelas de Concepción, San Miguel de Tucumán, San Pedro de Colalao, La Cocha, Gastona, Alpachiri, Río Seco, de Famaillá, Aguilares y Juan Bautista Alberdi, el cine se incorporó a ese establecimiento por un programa educativo; se creó un taller orientado por docentes especializados en las distintas labores de ese arte. En esta actividad convergen distintos espacios curriculares: se trabaja con historia, geografía, lengua y tecnología, entre otras materias. Los mitos, las leyendas y las problemáticas sociales de cada zona son los temas sobre los que giran las distintas producciones que hasta ahora se presentaron para la competencia. Los estudiantes de Gastona Norte presentaron un trabajo sobre la trata de personas; los de La Invernada acerca del duende y los de un instituto de Concepción sobre el valor de la perseverancia.
Un grupo de alumnos que presentó un trabajo contó que primero se dedicaron a conseguir los recursos económicos para poder financiar el trabajo. Luego escribieron el guión y realizaron la selección actoral. Tuvieron que alquilar los equipos de filmación y de transporte. "Fue una experiencia interesante porque aprendimos muchas cosas del arte cinematográfico. Además, descubrimos paisajes muy atractivos de nuestra provincia en Villa Nougués, Loma Bola y otros lugares en donde filmamos. Lo inolvidable es la amistad que se cosechó", relataron.
Nos parece una experiencia muy positiva porque estimula a los jóvenes no sólo en plano educativo sino también artístico. En otras ocasiones, hemos reflexionado acerca de la necesidad de que cada establecimiento educativo tenga un coro, un elenco teatral y que se realicen competencias a nivel urbano y provincial. Podrían impulsarse certámenes de dramaturgia juvenil, uno de cuyos premios podría ser que la representación esté a cargo del Teatro Estable.
Con el cine podría hacerse algo similar, teniendo en cuenta además que en el seno de la Universidad Nacional de Tucumán funciona una escuela, y también se dicta una carrera de sonorización. Organizar anualmente un concurso juvenil de guiones cinematográficos, por ejemplo. En nuestra casa de altos estudios se gradúan todos los años profesionales en las distintas disciplinas artísticas que pueden servir de orientadores, de profesores.
A menudo se suele demonizar a la juventud como una generación que navega en la superficialidad, sin rumbo. Estas iniciativas ponen en evidencia que hay cientos de jóvenes que, cuando son estimulados debidamente por los docentes, se involucran en proyectos y trabajan esforzadamente para concretarlos. Sería interesante que los postulados pedagógicos incorporaran el arte como un vehículo importante para el aprendizaje y se formara a los docentes en ese sentido. Estas experiencias pueden servir de modelo.