En los boliches ahora bailan por las "lolas"

En los boliches ahora bailan por las "lolas"

Las rifas de cirugías mamarias está de moda en varias provincias. La iniciativa nació para atraer público femenino. "Si cumplen con todos los requisitos, no se puede objetar la original idea".

ESTRATEGIA COMERCIAL. La propuesta nació en San Juan y La Rioja y se extendió a Córdoba y Buenos Aires.  LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI ESTRATEGIA COMERCIAL. La propuesta nació en San Juan y La Rioja y se extendió a Córdoba y Buenos Aires. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
02 Octubre 2008
En las discotecas argentinas se está imponiendo una convocante iniciativa: sortear entre el público cirugías para agrandar los senos con implantes de siliconas. La tarjeta de entrada cuesta entre $ 10 y $ 30, y con ellas las chicas adquieren el derecho a participar de la rifa de la tan requerida operación (mastoplastia o aumentativa). Del sorteo participan los números impresos en las tarjetas, según lo informan distintos medios nacionales.
La idea surgió en las discos "Amnesia" y "Aqua", de San Juan y de La Rioja, respectivamente, que bautizaron a su invento publicitario como "Quiero mis lolas". Luego se realizó otro concurso en el local "Montecristo", de Córdoba, que lo denominó "Bailando por mis gomas". Más tarde, la idea fue copiada por el boliche "Sunset", de Buenos Aires, que la llamó "Sin gomas no hay paraíso". Aquilino Martínez, encargado de relaciones públicas de uno de los locales bailables, dijo que la iniciativa surgió debido a la locura por las cirugías estéticas. "Mientras más público femenino captemos, más hombres concurrirán", reflexionó. Su colega Fernando Maldonado, de otra disco porteña, opinó: "queremos incentivar a las mujeres desde lo estético".
Sin embargo, la inventiva no cayó bien entre los miembros del Consejo Médico de la capital riojana, que resolvieron citar al cirujano plástico que había sido contratado para advertirle sobre la gravedad de mezclar la salud con lo festivo. No obstante, los boliches anticiparon que seguirán con este tipo de fiestas.

Repercusión en Tucumán
LA GACETA pidió la opinión a expertos tucumanos. La médica María Eugenia Neme Sheij -especialista en medicina estética- fue categórica. "No es correcto sortear este tipo de cirugías mamarias: podría ganar alguien que no necesite agrandar sus senos y exigir la operación sólo porque ganó. Se está manoseando un tema muy delicado". La médica explicó que las pacientes consultan cuando algo del cuerpo les disgusta y quieren modificarlo. "A los boliches van adolescentes de 15 a 20 años, y la mayoría no está preparada para afrontar cambios físicos que repercutirán en su personalidad. Los cambios estéticos tienen que armonizar con la edad, con la mente y con el resto del cuerpo", concluyó.
Las opiniones de los cirujanos plásticos Daniel Taboada y Adrián Tula Rizo coinciden entre sí, pero difieren de la de Neme Scheij.
Consideran que la iniciativa es novedosa porque en vez de sortear un auto, rifan la cirugía plástica más requerida en los dos últimos años en nuestro país.
"Es un regalo y no importa quién lo pague. La operación debe ser realizada por un cirujano plástico acreditado por la sociedad científica de la especialidad, y la paciente tiene que reunir los requisitos que se exigen ", dijo Taboada.
"Si se cumple con las normas médicas y si la paciente menor de edad está autorizada por sus padres, no hay nada para objetar", enfatizó Tula Rizo.

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