La Argentina creció en materia de corrupción

La Argentina creció en materia de corrupción

Se desvían recursos destinados a la lucha contra la pobreza. Se roba la mitad del dinero que reciben cada año los países pobres en concepto de ayuda para el desarrollo. El ranking.

24 Septiembre 2008
BUENOS AIRES.- La Argentina retrocedió cuatro puestos, del 105 al 109, en el ranking mundial sobre corrupción estatal elaborado por Transparencia Internacional (TI), que califica anualmente a 180 países.
En tanto, Venezuela, uno de los principales socios políticos y comerciales del gobierno, se ubica en el puesto 158, lo que le vale el título de país más corrupto de América del Sur. En cambio, Dinamarca, Suecia y Nueva Zelanda, con 9,3 de puntuación en una escala de 0 a 10, son los países más transparentes, seguidos por Singapur (9,2) y Finlandia (9). La Argentina obtuvo 2,9 puntos, al igual que Armenia, Belice y Vanuatu. Además, por segundo año consecutivo, Somalia, Myanmar e Irak recibieron las peores notas: 1 el primero y 1,3 los otros.

Nivel continental
El indicador anual dado a conocer ayer en Berlín, reporta que si bien la Argentina repitió el guarismo de 2,9 del año anterior, retrocedió cuatro puestos. A nivel continental, la Argentina se ubicó en el puesto 24 entre 32 países, en un ranking liderado por Canadá, con 8,7 puntos, y que cierra Haití, con 1,4. En tanto, en Sudamérica, los países menos corruptos son Chile y Uruguay, con 6,9 puntos, seguidos por Colombia, Perú y Brasil, con 3,8, 3,6 y 3,5 puntos, respectivamente.

El peor pronóstico
La corrupción en los países pobres ha creado un desastre humanitario que amenaza con descarrilar la lucha global contra la pobreza, advierte el informe anual Indice de Percepciones de Corrupción (IPC) que realiza la organización desde hace 14 años. Los países donantes deberían contribuir a la solución del problema dirigiendo cuidadosamente su ayuda, señala. "En los países más pobres, los niveles de corrupción pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte, si lo que está en juego es el dinero destinado a hospitales o al agua potable", indica en el informe la titular de TI, Huguette Labelle.

Las defensas
Para detener la corrupción se requiere un fuerte control a través del Parlamento; la aplicación de la ley; una prensa independiente y una sociedad civil vibrante, dice Labelle. "Cuando estas instituciones son débiles, la corrupción desborda, con horrendas consecuencias para la gente común, para la justicia y la igualdad social", advierte Labelle. Según el comunicado, los niveles no comprobados de corrupción podrían añadir U$S 50.000 millones, casi la mitad de los desembolsos anuales de ayuda global, al costo de lograr las Metas de Desarrollo del Milenio de la ONU para combatir la pobreza. Por lo tanto, instó a un enfoque más dirigido y coordinado por parte de la comunidad donante para garantizar el uso debido de esos fondos entre los países receptores.
TI también detalló que la persistente evidencia de escándalos de sobornos a nivel internacional sugería un fracaso de las naciones desarrolladas. Como caídas significativas citó las notas obtenidas por Bulgaria, Burundi, Maldivas, Noruega y Reino Unido. Este último pasó de 8,4 a 7,7. (Dyn-Reuters)

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