La silla con motor le dio autonomía

La silla con motor le dio autonomía

Eduardo Grodek se independizó a los 18 años cuando sus padres le obsequiaron un scuter.

LIBERTAD. Trasladarse por sí mismo ayudó a Eduardo a tomar decisiones.  LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO LIBERTAD. Trasladarse por sí mismo ayudó a Eduardo a tomar decisiones. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
11 Mayo 2008
"Es como una moto para una persona con discapacidad como yo. No es una silla de ruedas con motor porque con esto podés trasladarte adónde quieras. Lo más lejos que llegué fue, desde el centro, hasta el shopping nuevo de Yerba Buena", explica eufórico Eduardo Grodek, de 28 años, un discapacitado motor.
Nació con una parálisis cerebral que le afectó, principalmente, la parte motora. Fue a la escuela Integral, tiene tres hermanos más grandes y, hasta hace poco, estudiaba Procuración. "Ahora estoy abocado a los medios de comunicación", dice, mientras señala en la computadora su propia página web que cuenta con una radio virtual (www.radiogrodek.com.ar).
La informática e internet le abrieron la posibilidad de escribir y comunicarse con fluidez. "No podía sujetar un lápiz por su problema en las manos. Además de los ejercicios de rehabilitación tuve que sentarme durante un mes, varias horas, con mi mano encima de la suya para que aprendiera a escribir", relata Dora, su mamá. Y, aunque la dificultad no ha desaparecido, ya no es un inconveniente para él. Con apenas dos dedos que apoya sobre el teclado de la notebook puede navegar y chatear.
"Me encanta la tecnología: tengo mi celular con el que envío mensajes de texto, fotos y videos. Tomé clases de computación para aprender a usar internet y gracias al scuter me manejo con total independencia. Prácticamente llevo una vida común y tengo una familia que me da mucha contención", resalta Grodek.

Lo más importante
"Si tuviese que mencionar algo que me cambió la vida... es la moto. Me dio una independencia total. Fue un gran paso para mí; comencé a trasladarme solo a todas partes. Sé que es una suerte inmensa tenerla porque son caras y estoy muy agradecido de que la vida me haya dado la posibilidad de andar en una", dice el joven.
Su madre coincide con él: "le dio mucha facilidad para moverse. Incluso antes, cuando era más chico, salía más. Le ha permitido también recorrer otras ciudades a las que viajamos y en las que pudo moverse con absoluta autonomía", subraya Dora.

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