La última eliminada de Gran Hermano 2022, Romina Uhrig, estuvo en el streaming de Telefe con la tucumana Juariu y sorprendió con sus declaraciones sobre Marcelo Corazza, el ganador de la primera edición del reality detenido y acusado recientemente de integrar una red de corrupción de menores.

"¿Te imaginabas las críticas por el tema político?", le preguntó la conductora. "Yo no escondí nada. Conté que fui diputada. Sabía que iba a ser criticada, pero sí me sorprendieron un montón los medios, como mintieron y las cosas que dijeron de mí", expresó la exparticipante que estuvo a un paso de ser finalista.

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"Yo estoy tranquila. Jamás le robé a nadie como dicen. Que yo tenía propiedades también es mentira. No me voy a exponer a un programa como Gran Hermano teniendo cosas ocultas", siguió.

Romina remarcó que entiende que los seguidores del reality pueden opinar libremente, pero destacó que muchas veces están influenciados por la prensa. Y puso como ejemplo el caso de Marcelo Corazza.

"Obviamente, la gente va a hablar a partir de lo que digan en los medios. Pasan cosas en la tele, como por ejemplo lo de Marcelo Corazza, y la verdad es que hasta que no se confirme... porque de mí también dijeron un montón de cosas que no pasaron, que tenía un sueldo de 700 mil pesos y seguía cobrando... barbaridades!", concluyó.

Gran Hermano: Romina Uhrig contó cómo conoció a su papá cuando tenía 26 años

Romina Uhrig contó que no conoció a su papá hasta los 26 años y relató cómo lo encontró  a través de las redes sociales. "Yo sabía como se llamaba mi media hermana y le escribí en Facebook. Ella me contó que mi papá estaba muy enfermo y los médicos decían que de ese día no pasaba", comenzó.

Y siguió: "Él estaba en una cama internado de cáncer, lo pude disfrutar tres años. El día que lo fui a ver, nadie sabía quién era yo. Él se dio cuenta de que era la hija, pero me hice pasar por una amiga”, agregó.

En ese contexto, Uhrig explicó cómo se aferró a sus creencias religiosas para que su papá mejorara. “Creo mucho en Dios, empecé con ayuno, con mis pastores. Al otro día le dieron el alta y nadie lo podía creer. Fui a verlo y nos dimos un abrazo muy grande”, relató.