Desde el lunes por la noche, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibe el apoyo de los militantes kirchneristas tras conocerse el pedido de detención por parte del fiscal Diego Luciani en la causa Vialidad. En ese contexto, anoche, cuando llegó a su departamento en el barrio porteño de Recoleta, rompió en llanto al saludar la multitud realiza una vigilia.

La titular del Senado llegó a su residencia en la esquina de Uruguay y Juncal cerca de las 21, donde fue recibida por manifestantes, con cantos de "Cristina presidenta", banderas y carteles.

Al bajar del automóvil, se acercó a dar la mano a quienes se encontraban cerca, junto a su custodia, agradeciendo el acompañamiento y con visible emoción.

Posteriormente se acercó a una señora que le entregó un cartel que recordaba la desaparición del estudiante Miguel Bru, y luego Cristina Kirchner se subió sobre uno de los autos para hacer un saludo general a la militancia.

Momentos antes de entrar al edificio donde vive, la vicepresidenta volvió a saludar con una mano, mientras en el otro brazo sostenía un ramo de flores naranjas que le entregaron.

Militantes de diversas organizaciones sociales, políticas y estudiantiles mantenía, por cuarto día consecutivo, una vigilia frente al domicilio de la vicepresidenta, en apoyo a Fernández de Kirchner, a raíz del pedido de condena a doce años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos formulado en su contra por la fiscalía en el juicio oral por el supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.